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Sporting de Gijón y Oviedo: ¿Cómo les ha ido con dueños mexicanos?

BARCELONA -- La Asturias futbolística se divide en España entre Sporting de Gijón y Real Oviedo. Dos clubes históricos, con 42 temporadas en Primera los rojiblancos y 38 los carbayones, que viven lejos de sus mejores días.

El Sporting descendió en 2017 y ha estado más cerca de bajar a la tercera categoría que de volver a la primera; al Oviedo las cosas, deportivamente, le fueron incluso peores, puesto que rozó la desaparición, jugando en Tercera División, no habiendo disputado la Primera desde 2001.

Y, desde 2022, su rivalidad, que es máxima y durante la historia ha provocado no pocos altercados entre aficionados, traspasa fronteras bajo la propiedad de sendos empresarios mexicanos que salvaron la situación institucional y persiguen la manera de volver a la Primera División.

De momento, sin conseguirlo, siguen en el empeño...

ESTRENO PROBLEMÁTICO
En junio de 2022 el grupo Orlegui, propietario del Club Atlas y del Santos Laguna, pagó 43 millones de euros al empresario español Javier Fernández y se hizo con la mayoría accionarial (73 por ciento) del Sporting de Gijón, que había cerrado la temporada un mes antes salvándose del descenso de 2ª División en la penúltima jornada, después de un dramático curso que comenzó aspirando a regresar a Primera División a rozar el desastre...

Al cabo de un año, el primero bajo la presidencia de Alejandro Irarragori y la dirección ejecutiva de David Guerra, el equipo rojiblanco volvió a evitar el descenso... en la misma penúltima jornada, gracias a su empate en Eibar y la derrota del Málaga (otro histórico que no pudo evitar la caída) en Vitoria. Una temporada que volvió a comenzar con ilusión pero se derrumbó pronto, provocó el despido de Abelardo y se centró, con Miguel Ángel Ramírez, su sucesor en el banquillo, en salvar la temporada.

"Si tuviera un hijo que juega al futbol, hoy no lo metería en el Sporting”, fue una de las primeras proclamas de Irarragori durante su primera junta de accionistas, celebrada el 27 de agosto de 2022 y en la que mostró que la situación financiera del club era casi más problemática que la deportiva.

La gestión en el mercado de fichajes ya dejó clara esta sensación. Manu García, el mediocentro canterano que tras marchar con 17 años al Manchester City había vuelto a casa en 2019 convertido en el fichaje más caro de la historia (4 millones de euros), fue transferido al Aris Salónica, tras jugar cedido el curso anterior en el Alavés por poco más de 3 millones y el cub apenas invirtió medio millón en el serbio Urus Milovanovic y otro tanto en recuperar a Fran Villalba... que al comenzar el curso liguero fue cedido al Málaga.

No ha sido una temporada nada sencilla la que ha vivido el Sporting, un club que en 1979 fue subcampeón de Liga y enlazó dos finales de Copa perdidas en 1981 y 1982. Hoy, cuatro décadas después, mantiene la fidelidad de la hinchada, con cerca de 20 mil abonados que acuden regularmente al estadio de El Molinón. Y que confían que el segundo curso bajo el mando del grupo Orlegui sea mejor.

ASENTADO
Más asentado está el Real Oviedo, que en julio de 2022, diez años después de que Carlos Slim lo salvó de una disolución que se temía imposible, paso a ser controlado por el grupo Pachuca, que se hizo con el 51 por ciento de la propiedad, quedando el grupo Carso, que llegó a controlar el 71 por ciento de sus títulos, con el 20.

Alejado de la Primera División desde 2001 y llegado a verse hundido en Tercera, la fidelidad de sus aficionados mantiene siempre viva la llama de un Oviedo que prácticamente llena las 30 mil plazas del estadio Carlos Tartiere. La temporada tampoco ha sido fácil para el cuadro carbayón, que tras mantenerse más cerca del descenso de lo deseado y cambiando de entrenador en octubre (Alvaro Cervera sustituyó a Bolo en el banquillo) llegó a encadenar ocho jornadas sin perder (seis victorias y dos empates) que no le alcanzaron para meterse en el play-off pero sí para salvar la categoría holgadamente.

La nueva era del Oviedo, bajo la presidencia de Martín Peláez, no hace olvidar que diez años atrás Slim fue el gran salvador de un club abocado a la desaparición, pero, a la vez, constituye un nuevo empuje para un club confiado en dar ese paso al frente necesario para, dos décadas después, pueda regresar a la máxima categoría del fútbol español.