MADRID -- El Real Madrid no se despeinó demasiado en el partido contra el Sevilla. A pesar de hacer un mal primer tiempo y comenzar por detrás en el marcador, los blancos remontaron sin demasiados apuros ante un equipo, el de Mendilibar, que tenía la cabeza más puesta en la final de la UEL del miércoles contra la Roma que en el Sánchez Pizjuán.
Por eso el Madrid tiene que mejorar la próxima temporada en LaLiga. No se concibe un año futbolístico como el que terminará la próxima semana. Y ya da igual que el equipo quede segundo o tercero, la temporada en el campeonato nacional ha sido un desastre.
¿Por qué? Seguramente porque el Madrid ha confirmado este año que le falta, entre otras cosas, fondo de armario. Los blancos necesitan más delanteros y más laterales. Eso, como mínimo. Florentino Pérez no se puede permitir el lujo de seguir con el “año de transición” que lleva perpetuando desde la salida de Cristiano Ronaldo y que, todo sea dicho, ha dejado bastantes títulos. Pero cuando tienes tan poco margen de error, pasa lo que pasa.
Y es que el Madrid no espera. La idiosincrasia interna del club es la de ganar cada año varios títulos. Por eso los blancos tienen la ascendencia histórica que tienen porque ningún otro club a nivel mundial tiene esos mínimos al comienzo de cada año: o ganas, o es un fracaso. Eso, en un deporte en el que pierdes muchas más veces que ganas, convierte al Real Madrid en una rara avis en el fútbol mundial.
Hay otra cosa que esta temporada no ha gustado al club. La falta de competitividad en algunos tramos de la temporada. Y no son casos aislados. El Madrid no empezó mal el año, pero con la llegada del Mundial muchos jugadores empezaron a ir al 80% para llegar en condiciones a Qatar 2022. Eso, para muchos sectores del club, fue “imperdonable”, según varias fuentes comentan a ESPN, y condicionó el resto de la temporada.
Por tanto, con esa distancia de 11 puntos que separa al Madrid del Barcelona, hace que este verano se presente “muy serio” a la hora de tomar decisiones. Se viene un mercado agitado para una plantilla que tiene que espabilar porque la afición no perdonará otro año parecido.