El experimentado portero chileno del Betis tuvo un encuentro especial con ESPN, donde habló de diversos temas, incluido el deseo de su padre, quien siempre intentó ser lo que hoy en día ha logrado el oriundo de Viluco.
"Él siempre quiso ser jugador de fútbol y me dije a mí mismo que trataré de cumplir el sueño de mi padre y que, a futuro, este sea mi trabajo", expresó el ex Colo Colo, Barcelona y Manchester City, entre otros.
Bravo es un profesional, que ha sabido separar al futbol de su vida personal y lo demostró en esta frase: "Cuando salgo de las instalaciones del club, el futbolista queda ahí, para mí ahí ya no hay más fútbol".
El dos veces campeón de América y ex capitán de La Roja mencionó aquello mientras disfrutaba de una tarde en España: "Busco otras sensaciones... Pasear por Sevilla en bicicleta me genera una felicidad tremenda, más que entrenar o hacer una buena parada".
"Me lleno con cosas negativas..."
Por otro lado, en un plano más íntimo de su profesión, Bravo reveló cómo se prepara para los partidos: "Me lleno con cosas negativas. En el calentamiento o antes de salir al campo, pienso que va a ser el peor de los partidos".
Por muy incomprensible que parezca, el guardameta explicó por qué lo hace así: "Es el mecanismo que me ha ayudado. Y esas cosas me ponen en alerta".
Sobre el presente y lo que ha sido su estadía en el Betis bajo las órdenes de Manuel Pellegrini señaló: "Para mí, venir para acá, fue como un renacer. Y tenemos la fortuna de contar con un vestuario muy normal", refiriéndose a los egos que muchas veces conviven en el fútbol y pueden ser un obstáculo en la conformación de los planteles.
Finalmente, comparó la rivalidad del Betis-Sevilla con lo que le ha tocado protagonizar en el derbi entre Real Madrid y Barcelona, o el clásico de Mánchester: "Es muy picante. Lo que más se acerca es lo que se vive en Sudamérica, porque los otros derbis o clásicos son mucho más tranquilos de lo que se vive aquí", concluyó.