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A cuatro años del Covid 19: ¿Qué hizo el Madrid para seguir en la cima del futbol?

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La pandemia del Covid-19 trajo consigo una revolución financiera en los grandes equipos de fútbol europeos que trastocó por completo sus balances económicos. El caso del Real Madrid no fue diferente.


La pandemia provocada por el Covid-19 trajo consigo una revolución financiera en los grandes equipos de fútbol europeos que trastocó por completo sus balances económicos. El caso del Real Madrid no fue diferente, aunque los merengues adoptaron rápidamente unas medidas de austeridad que les provocaron salir del bache pandémico con buenos números.

Para entender la realidad del Covid-19 tenemos que retrotraernos a 2020, cuando todo saltó por los aires. En estos últimos cuatro años muchas han sido las excusas de unos y otros, pero hay algo que dejó claro el virus: los clubes viven al día. Es cierto que cada uno tiene una forma de afrontar estos problemas, pero se demostró que pocos tenían ahorros suficientes como para afrontar los pagos que exigía la merma de ingresos.

Un directivo del Madrid desvela a ESPN que “tuvimos que apretarnos el cinturón todos” porque la situación era nueva. Admitiendo que los clubes viven al día, la misma fuente comenta que “quién se iba a esperar que algo así sucediera el mundo” y se escuda en que ni los Gobiernos pudieron esquivar semejante bache.

A España llegaron los EREs temporales y las reducciones de salario, como en el Madrid, que habló desde el principio con su plantilla para lograr una reducción del 10% con sus futbolistas para que la falta de ingresos no afectara al personal del club. De hecho, uno de los jugadores de aquella plantilla informa a ESPN que “nos bajamos el sueldo por la entidad y por los trabajadores que podrían sufrir despidos. No hubo ningún problema ni por nuestra parte, ni por el del club”.

El Madrid acometió una rebaja a todos los niveles para evitar que los gastos condicionaran su día a día. En una gestión ejemplar, la propia entidad admitió salir de la pandemia con un ligero superávit que llegó a los 874,000 euros de beneficio neto en la campaña 2020/21.

Cuentan desde el club a ESPN que la obsesión (positiva) de Florenitno Pérez ha sido la de gozar de una estabilidad económica para que el potencial deportivo del club no se viera afectado. Sin ingresos, no hay fichajes; y sin fichajes no hay títulos. De ahí el tacto de la directiva para afrontar de la mejor manera posible aquella tremenda etapa que ya queda lejos, pero nunca olvidada.

Desde entonces, los fichajes del Madrid han mantenido una línea clara: juventud, calidad y físico. Son tres cualidades que todo jugador ha de tener para estar en el Madrid. Este último año, Arda Güller y Jude Bellingham son los grandes estandartes de esta forma de fichar de los blancos. El año pasado le tocó a Tchouameni y anteriormente a Camavinga. Son sólo unos ejemplos del presente y futuro que tiene el Madrid en su plantilla y que le han hecho acreedor de ser uno de los cocos europeos.

Pero para invertir, Florentino Pérez siempre ha tenido claro que también hay que vender. Odeggard, Casemiro, Hakimi, Varane o Reguilón han dejado más de 200 millones de euros en las arcas del Madrid que, con otras salidas gratuitas para liberar masa salarial no se ha quedado atrás en lo deportivo y ha aumentado su potencial para afrontar futuros fichajes como el de Kylian Mbappé que, sin estar firmado, va en buena línea.

Por eso el Madrid, lejos de amilanarse tras la época del Covid-19 ha mantenido el nivel ganando incluso la Champions League de hace dos años en París frente al Liverpool FC. Los datos están ahí, el potencial se puede comprobar y la línea financiera hace de los merengues un club que, sin las estridencias habituales de los clubes estado, seguirá en la cima del fútbol codeándose con los más grandes durante muchos años.

Y todo con una política basada en los ingresos y en ventas específicas que balancea como nadie un entrenador que es el ideal para los merengues: lejos de las quejas de otros, Carlo Ancelotti es un hombre de club que no dice nada. Prefiere ser práctico y trabajar para huir de declaraciones que, si habláramos de otro perfil de entrenadores, serían habituales.

Hacía muchos años que el Madrid no tenía un bote en el que todos remaran en la misma dirección. La alineación de la directiva con la plantilla y el cuerpo técnico es total y recíproca. Por tanto, la misión actual de la entidad es la de mantener el rumbo y una atmósfera inmejorable que tendrá una amplificación global con la inauguración del nuevo estadio a principios de verano.