Sevilla logró este lunes su tercera victoria consecutiva, y con ello sentenciar virtualmente la permanencia gracias al 2-1 ante a Mallorca, un rival que estuvo bien en la primera parte pero que no aguantó en la segunda, por lo que, a seis puntos de los puestos de descenso, aún tiene que pelear por seguir en la máxima categoría.
Los goles del marroquí Youssef En-Nesyri y de Isaac Romero en la segunda parte fueron suficientes para que el de Abdón Prats en el tiempo añadido solo fueron una anécdota en la lucha por la salvación sevillista, ahora más clara al estar a doce puntos del Cádiz.
El conjunto bermellón volvió a Sevilla dos semanas después de disputar en el estadio de La Cartuja la final de la Copa del Rey que perdió en la tanda de penales ante Athletic Club, aunque ahora en el Sánchez-Pizjuán la cita no tenía tanto glamour pero sí gran trascendencia en la misión de asegurar la permanencia en la máxima categoría.
Tras perder Cádiz en Gerona, la diferencia con los puestos de descenso que marca el equipo gaditano era de seis puntos al inicio del partido para Mallorca, mientras que para Sevilla era de nueve, por lo que una victoria en el estadio se reconocía como muy interesante para ambos en el propósito de afrontar las últimas seis jornadas del torneo con tranquilidad.
Para esto, el entrenador de Sevilla, Quique Sánchez Flores, puso al lateral derecho Jesús Navas y al mediocentro francés Lucien Agoumé, en lugar del lesionado Adrià Pedrosa y del sancionado Kike Salas, en relación al equipo titular que se impuso en la anterior jornada a Las Palmas (0-2).
El mexicano Javier Aguirre, por su parte, fue más drástico e introdujo hasta cinco cambios en comparación al once que dispuso frente a Real Madrid en Palma, donde cayó 0-1, con el regreso del eslovaco Valjent, Copete y Jaume Costa como defensas, del centrocampista Omar Mascarell y del delantero Nemanja Radonjic.
Con ellos, el comienzo del equipo visitante no pudo ser más prometedor, ya que hizo el saque inicial y en esa jugada llegó la primera aproximación con peligro en una acción que no pudo culminar el delantero kosovar Vedat Muriqi que, además, tuvo prolongación en el primer córner del partido antes de que se cumpliera el segundo minuto de juego.
A esos lances le dio continuidad Mallorca con una adelantada presión que complicó mucho que el Sevilla saliera con fluidez, con lo que los puntas locales, Isaac Romero y el marroquí Youssef En-Nesyri, entraron poco en juego, todo lo contrario que su compañero en la portería, el noruego Orjan Nyland, muy activo ante las incursiones adversarias.
Poco antes de la media hora llegó una clarísima ocasión para que el conjunto del 'Vasco' Aguirre encontrara premio a su mejor juego, pero Muriqi, tras superar en su remate al arquero noruego, no pudo salvar a Sergio Ramos, quien bajo palos despejó la pelota para evitar el 0-1.
Pese a todo, la formación balear también tuvo un susto grande en la primera y única ocasión de los andaluces en la primera parte, cuando poco antes del descanso se plantó en una contra Isaac Romero ante el inédito Predrag Rajkovic y el arquero serbio metió bien el pie.
Quique buscó en el segundo tiempo algo más de creatividad en Sevilla y puso desde el inicio a Suso Fernández en el sitio de Agoumé y fue precisamente el extremo gaditano el que a las primeras buscó con intención la arquero rival.
Se vio entonces otro partido, con los locales mas protagonistas, aunque a la hora de juego también se hizo notar la formación visitante con un remate del serbio Nemanja Radonjic al que respondió bien Nyland, una jugada anterior a que En-Nesyri abriera el marcador con un gran cabezazo tras centro de Suso.
El internacional marroquí logró el duodécimo tanto en LaLiga, el decimosexto entre todas las competiciones, y eso animó un partido en el que Mallorca no renunció a sacar algo del Sánchez-Pizjuán y Aguirre metió de una tacada a tres jugadores para ayudar a la reacción, pero lo que llegó fue el segundo del Sevilla.
Isaac Romero, tras una buena combinación con En-Nesyri, se reencontró con el gol tras varias jornadas de sequía, aunque fuera con la colaboración de Antonio Raíllo en su intento de cortar el remate del canterano sevillista.
Ese tanto fue definitivo para la victoria de Sevilla, pese a que en el último minuto de la prolongación Abdón Prats maquillara el resultado para Mallorca.