Con la llegada del alemán Hansi Flick para la temporada 2024-2025, Barcelona podría pasar de nuevo por una mutación en su sistema de juego, en relación con la gestión de Xavi
El estilo del Barcelona sufrió un cambio con Xavi Hernández en el banquillo y así fueron campeones; ahora, con la llegada del alemán Hansi Flick para la temporada 2024-2025 pasarán de nuevo por una mutación en su sistema de juego, ¿volverán al purista juego ofensivo basado en una posesión efectiva, combinado con la vehemencia que exige Flick en sus equipos?
Barcelona levantó el título en la campaña 2022-2023 con el orden defensivo como bandera. En 38 jornadas recibieron solo 20 goles, mientras que Real Madrid encajó casi el doble (38) para quedar en el segundo puesto. Los jugadores más destacados en dicha consagración, más allá de Lewandowski, fueron de la parte de atrás: Ronald Araujo, Jules Koundé y Marc-André ter Stegen.
Con el Bayern Munich, Hansi Flick dominó Europa durante la pandemia del Covid-19 al ganar el ansiado sextete (Bundesliga, Pokal, Champions League, Mundial de Clubes, Supercopa de Alemania y Supercopa de Europa), pero no fue tan fácil como escribir estas líneas. El gigante bávaro estaba en crisis bajo el mando del croata Niko Kovac, parecía que perderían su hegemonía en el futbol alemán, sin embargo, el cambio de timón llegó a tiempo, Flick corrigió el camino para ganar con amplitud la liga alemana 2019-2020 y el resto de los certámenes en los que participaron.
Sistema que prioriza el ataque
Flick usó un sistema flexible en Munich, manejó un 4-2-3-1 que cambiaba a un 3-1-4-2 en ataque, teniendo como prioridad la presión alta combinada con una intensidad asfixiante y donde los laterales jugaron un papel importante.
En fase ofensiva, los cambios de posición arrancaban desde atrás. Joshua Kimmich pasaba de pivote a tercer central con David Alaba y Jerome Boateng, para que los laterales Benjamin Pavard y Jonathan Davis se adelantaran, mientras que Thiago Alcántara fungía como único medio de contención.
Más arriba Gnabry, Coman, Pavard y Davis generaban la línea de cuatro atrás de los dos delanteros, que eran Robert Lewandowski y Thomas Muller.
En estado defensivo, los cuatro del fondo, Alaba, Boateng, Pavard y Davis se mantenían fijos. El ecuador de la cancha lo ocupaban Kimmich y Alcántara, luego estaba la línea de tres que hacía la presión alta formada por Gnabry, Coman y Müller que bajaba unos metros, y en punta Lewandowski.
La forma de jugar de Flick se puede acoplar al estilo y esencia de Barcelona, pero tendrá el toque alemán en el aspecto físico e intensidad, características de las que careció el equipo culé en sus últimas desgracias europeas contra Bayern Munich, Liverpool, PSG y Roma.
Hay cifras en el periodo de Flick por Munich que invitan a soñar con que Barcelona desarrolle un poco del gran futbol de hace unos años cuando conquistó España y Europa. Por ejemplo, de los 86 partidos que dirigió al Bayern, 70 fueron victorias, para un porcentaje ganador de 81%, una marca que ningún técnico pudo alcanzar en el club de Bavaria. En esos mismos 86 encuentros que Flick dirigió al Bayern, anotó 255 goles, para un promedio de 2.9 goles por partido, una locura.
Flick, Guardiola y Cruyff
A Flick, Guardiola, Barcelona y Bayern Munich algo los une. El alemán es recordado por el sextete conseguido en 2020, hecho que solo él y el técnico catalán (con el Barcelona en 2009) han conseguido en la historia del futbol de la UEFA. Curiosamente, Guardiola dirigió al Bayern Munich después de su paso por Cataluña y ahora Flick estará en el banquillo culé cuando su último club fue el Bayern.
En la presentación de Flick como azulgrana ofreció unas palabras que seguramente quedaron en la mente de los aficionados y directivos culés, las cuales dejan ver su intención y conocimiento por la mística del club.
"No estoy muy lejos de la idea del Barça y de cómo ha jugado antes, con el increíble éxito de Johan Cruyff y Pep Guardiola. Quiero un equipo activo, que los jugadores demuestren su dinamismo con o sin balón y luego decidan qué hacer".