El Barça será líder en solitario tras una trabajada y brillante remontada, que el debutante Olmo sentenció uniéndose a la excelencia de Lamine Yamal.
El Barcelona cerrará la tercera jornada de LaLiga como líder en solitario, algo que no se recuerda en el club desde la primavera de 2023, después de remontar en Vallecas un partido incómodo y demostrativo de su nueva realidad. Remontó gracias a su excelencia física, que arrolló al Rayo Vallecano en la segunda mitad, y, también, al magnífico debut, soberbio, de Dani Olmo, quien sentenció el 1-2 y mostró que puede y debe ser un socio ideal para Lamine Yamal.
Al Rayo Vallecano le reventó el Barça física y tácticamente en una estupenda segunda parte que cambió tras una primera tan preocupante como deficiente. Da la sensación de que a este nuevo proyecto de Hansi Flick que acaba los partidos como un avión a reacción le cuesta encontrarse en los comienzos y si eso se notó en en Mestalla y Montjuïc frente al Athletic Club, ocurrió otra vez en Madrid, donde el animoso conjunto franjirrojo le llegó a poner de los nervios en una primera mitad muy deficiente.
Tanto es así que se fue al descanso con ventaja gracias al gol de Unai López, tan tempranero como sorprendente. Para Gerard Martín que no supo cerrar la banda y para Marc-André ter Stegen, lento en la reacción al remate por el palo que debía, se supone, controlar. Dominando pero sin encontrarse, el Barça se fue al descanso... Y a partir de ahí todo cambió.
EL VUELO
Sí. Después, la entrada de Dani Olmo lo cambió todo. Absolutamente. El catalán debutó por fin sustituyendo a un incapaz Ferran Torres y la revolución azulgrana fue un hecho. Se reencontró Pedri, creció Marc Bernal y recuperó prestancia Raphinha.
Tal fue la variación que aunque el VAR ni quiso entrar en un más que posible penalti a Olmo y sí anduvo fino para anular un gol a Robert Lewandowski tras un supuesto (muy dudoso o ajustado) pisotón de Jules Koundé a Chavarría se sospechó que el fútbol y el dominio le acabaría dando el premio al equipo de Flick.
Se lo dio, tarde pero a tiempo. Y mostrando que, si durante la pretemporada se estuvo esperando y desesperando por la llegada de Nico Williams, al comienzo del curso oficial se ha visto que Dani Olmo se ha convertido, en apenas medio tiempo de juego, en un socio indiscutible, brillante y solvente, para Lamine Yamal.
Si Pedri empató con una excelente llegada desde atrás, mostrando su crecimiento físico y remachando la asistencia de Raphinha a la hora de partido, la sentencia la protagonizó Olmo, controlando con magnificencia un pase de Lamine Yamal antes de rematar cruzado.
Ah, y otra consideración a destacar: contrariamente a defender ventajas mínimas con todo el equipo aculado en el área y sacando balones de cualquier manera, en Vallecas el Barça de Flick supo defenderse con el balón e intentando mantener al rival lo más alejado posible del área de Ter Stegen.
Buenas noticias, al menos en verano, para este nuevo Barça, que disfruta de un liderato tan inesperado hace dos semanas como ilusionante al acabar la tercera jornada.