MADRID -- Atlético Madrid hizo este miércoles ante Espanyol y por LaLiga todos los méritos para ganar. Menos uno. El más importante: el gol. Desperdició muchas chances de verdadero peligro y terminó pagando su ineficacia ofensiva con un amargo 0-0 de local.
El Colchonero jugó un buen primer tiempo, con Rodrigo de Paul al mando de la posesión y un amplio abanico de futbolistas llevando peligro al arco rival. Los delanteros, sobre todo Julián Álvarez, y también los llegadores, como Lino.
De esa forma, las oportunidades de abrir el marcador se fueron acumulando. Pero al conjunto dirigido por Diego Simeone siempre le faltó cinco para el peso.
Muestra de eso fue lo ocurrido entre los minutos cinco y siete del encuentro. Primero, el Araña Álvarez tuvo una chance inmejorable para anotar su primer tanto en el Aleti. Gran corrida por izquierda de Rodrigo Riquelme, que lo vio al argentino entrando solo por el medio del área y lo asistió. Julián definió de primera al palo izquierdo pero Joan García le atajó el disparo con una volada memorable.
Menos de un minuto después, De Paul encaró por el carril central y le dio una asistencia en cortada a Lino que, mano a mano ante el portero, definió con una sutileza por bajo pero tuvo la mala suerte de que la pelota pegó de lleno en el poste derecho y salió.
La segunda etapa no cambió demasiado. Más allá de algún acercamiento del visitante, fue el Colchonero quien llevó las riendas.
A Riquelme le anularon, a los 51 y por un offisde milimétrico, un gol que a primer golpe de vista había parecido válido. La acción había surgido a partir de un error del arquero, al que se le escapó la pelota de forma insólita.
Y ya con el tiempo cumplido, a Riquelme le invalidaron otro tanto, el que valía el triunfo, aunque esta vez por una posición adelantada mucho más notoria.
Esa fue la tónica del partido. El dominio del local llegó a ser, por momentos, abrumador. Pero sin saber bien cómo, Espanyol -que tuvo un planteo cuanto menos austero- pudo soportar el asedio y se terminó llevando un punto.