Víctor Font pidió a Laporta que avance las elecciones del Barcelona al 2025 y aunque el club lo ignoró, el presidente puede apostar a su favor
BARCELONA -- En unas semanas sin futbol el Barcelona ha entrado en combustión social. Con la excusa del final del mercado (y envalentonado por el sobresaliente inicio de curso del equipo de Hansi Flick) Joan Laporta ofreció el 3 de septiembre una rueda de prensa en la que puso en el escaparate el, según su parecer, magnífico presente y excelente futuro que disfruta el club bajo su mandato.
Al cabo de siete días apareció en escena Víctor Font, candidato derrotado en 2021 y que ejerciendo de opositor oficial quiere arrebatarle la presidencia. Y le pidió, casi exigió, que se avancen las elecciones al verano de 2025. Un desafío en toda regla que, quién sabe, podría volverse en su contra por más que desde el club se ignoraran sus palabras y se afirmara que las elecciones no están, hoy por hoy, en la agenda.
Font acusó a Laporta de no tener plan, de actuar a impulsos y de conducir al Barça al desastre. Lo más curioso es que entre los argumentos para exigir el avance de las elecciones un año (deberían ser en 2026) el opositor puso en duda que el presidente sea capaz antes de acabar este 2024 alcanzar la regla 1:1 del fair play, solucionar lo que él llamó Pufo de Barça Studios y firmar el contrato de Nike. Vamos... lo que hizo fue lanzarle un reto que, a saber, podría convertirse en la mejor baza electoral de... Laporta.
Sí, porque imaginando que la directiva actual fuera capaz de sacar adelante todo eso antes del 31 de diciembre, no sería una quimera pensar que el presidente, que hoy por hoy hace caso omiso de un Víctor Font al que ignora oficialmente y casi desprecia personalmente, recogiera el guante y con todos los ases en la mano propusiera ese adelanto de las elecciones.
"Querían elecciones, aquí las tienen”, podría proclamar Laporta en la primavera de 2025, con esa situación institucional normalizada, el Barça jugando de nuevo en un Spotify Camp Nou acelerando hacia el final de las obras y, ya como guinda, con el equipo de Flick triunfando en el césped.
Ni Víctor Font es Florentino Pérez ni mucho menos Joan Laporta es Lorenzo Sanz. En el verano de 2000 Florentino consiguió derrotar a Sanz en las urnas, dos meses después de que el Real Madrid conquistó en París la octava Champions de su historia. Nada hacía sospechar a Lorenzo Sanz que con ese aval pudiera perder unas elecciones, ni con Figo como arma electoral... Pero ocurrió.
Este sería el escenario ideal, soñado, por Font: acabar con lo que llama Régimen de 2003 con el Barça en plenitud... Ocurre que Joan Laporta, que hace 21 años se convirtió en el primer presidente antisistema en la historia del club azulgrana domina ahora el sistema perfectamente.
Y en el Barça esa circunstancia es vital, trascendental, para controlar el escenario. Víctor Font le lanzó una andanada a Laporta y puede que en no muchos meses esa andanada se vuelva en su contra.