MADRID -- Real Madrid se ha valido de héroes circunstanciales para sortear su semana más difícil y cumplir con sus objetivos. Lucas Vázquez, Casemiro y Jesé han aplacado los temores de la afición ante la plaga de lesiones que aqueja al conjunto merengue desde mediados de septiembre.
El conjunto dirigido por Rafa Benítez se mantiene Invicto, líder en la tabla de la Liga y en su grupo en Champions. Es el equipo más goleador del torneo local y el que menos goles ha recibido. Y todo sin la mayoría de sus estrellas.
Los merengues tuvieron que hacer frente a dos partidos sumamente importantes para cumplir con sus objetivos del primer tramo de la campaña, ante PSG y Celta, con hasta ocho jugadores fuera de combate.
Se trataba de dos partidos que preocupaban especialmente al madridismo. Ambos a domicilio y ante dos de los rivales más fuertes que ha enfrentado hasta el momento. Conforme se fueron sucediendo las bajas en el último mes y medio, Rafa Benítez se vio obligado a ir ‘parchando’ al equipo con, en apariencia, lo poco que tenía.
El primero en hacerse notar fue Casemiro. Empezó a participar más en el juego desde la lesión de Modric demostrando tener la capacidad para llenar el hueco que llevaba vacante más de un año como pivote defensivo liberando a Kroos de una labor que no terminaba de acomodarle. Para entonces, Isco ya hacía las veces de James -- de hecho, ha jugado diez partidos de 12 como titular. Cuando el Madrid entró en fase crítica hace una semana, el brasileño se erigió como un valuarte en el juego defensivo del Real Madrid, particularmente en el encuentro ante el Celta, en el que completó cuatro entradas con recuperación de balón, cuatro intercepciones, tres despejes y bloqueó un tiro a puerta.
A Casemiro ya se le notaba el crecimiento luego de pasar un año a las órdenes de Julen Lopetegui en el Porto, por lo que no resultó tan sorprendente su explosión en el campo. La sorpresa llegó por parte de dos canteranos: Jesé y Lucas Vázquez, repatriado del Espanyol más por obligación que por necesidad, pues había que cumplir con una nueva normativa de la UEFA que obliga a todos los equipos que participan en Champions a contar con ocho nacionales, entre ellos, cuatro canteranos.
Hasta hace una semana, ninguno de los dos había tenido gran participación. Jesé apenas había entrado de cambio en las segundas partes en cuatro ocasiones. Lucas Vázquez, por su parte, se había caído de la convocatoria en los primeros tres partidos de la campaña -- cuando la mayoría estaban sanos -- y sumaba escasos 180 minutos de juego repartidos en cinco partidos.
Lucas Vázquez ha resultado particularmente útil para Benítez. El técnico empezó a darle juego desde que Bale cayera lesionado ante el Shakhtar, aunque siempre como relevo de Mateo Kovacic. Pero fue en París, en el momento más desesperado del equipo, cuando explotó como un recurso a tener en cuenta, sobre todo gracias a su labor en el juego defensivo en el que ni Cristiano Ronaldo ni Gareth Bale suelen involucrarse demasiado. Lucas acabó con cuatro entradas para robar balón, más que cualquiera de sus compañeros, y tuvo dos intentos de cara a gol.
El gallego, que ya había jugado la segunda mitad ante Levante para asistir a Jesé en el 3-0, se ganó la titularidad para jugar en Vigo, donde confirmó su buen momento con una actuación igual de sólida. Además de dar una asistencia a Cristiano Ronaldo y sacar un disparo a puerta, fue fundamental en la recuperación en la media, con tres entradas y dos intercepciones, manteniendo a raya, a medida de lo posible, a Nolito. Solo Casemiro tuvo una mayor contribución al juego defensivo en el centro del campo que él.
Jesé, que ya empezaba a quejarse por los escasos minutos de juego que le habían dado, ha contribuido ya con un tanto y una asistencia en los últimos dos partidos de Liga y al igual que su compañero, ha resultado más productivo en recuperación que los volantes titulares. En París, nadie tuvo más intercepciones que él, cuatro, en total.
No lo parecía a principio de temporada, pero resultó que la profundidad del plantel del Real Madrid es superior a la que tenía el año pasado y daba para eso y más. Para el conjunto merengue era importante que los suplentes supieran mantener el barco a flote, pues aún no termina de recuperar efectivos – si bien le va, recuperará a Benzema para el próximo sábado, cuando enfrenten a Las Palmas – y tiene por delante otros tres duros compromisos antes de la siguiente pausa en Liga y el subsecuente clásico del futbol español del próximo 21 de noviembre ante Barcelona, partido al que quiere llegar con todos sus efectivos al mejor nivel posible.