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Atlético y Real Madrid esperaban sanción desde hace un año

MADRID -- Al final era cierto. Hacía un año que en la capital española se esperaba que cayera una sanción sobre el Real Madrid y el Atlético de Madrid en cualquier momento por violar el reglamento de transferencia de menores de edad extranjeros.

Real Madrid lo había negado vehementemente a través de comunicados y las declaraciones de su director de Relaciones Institucionales, Emilio Butragueño, quien durante la presentación de Lucas Silva, en enero pasado, aseguró que el club estaba “absolutamente tranquilo” con su proceder. El Atlético, en contraste, guardó silencio y se dedicó a elaborar un plan de contención, pues no había duda de que tarde o temprano, la FIFA congelaría sus movimientos en el mercado.

Pocos días antes había empezado circular el rumor que la FIFA investigaba a ambos clubes y que habría encontrado “irregularidades” en la inscripción de algunos jugadores de la cantera y que recibirían una sanción parecida a la que había sido impuesta al Barcelona de un año sin fichar y multa económica. Y fue exactamente lo que pasó. La sanción tardó en llegar, pues desde noviembre se esperaba que FIFA hiciera el anuncio, pero finalmente al Real Madrid y al Atlético se les ha prohibido acudir al mercado de verano de 2016 y el invernal de 2017, y tendrán que pagar multas de 328 mil euros, los merengues, y 821 mil euros, el Atlético.

En cuanto salió a la luz la investigación realizada por la Comisión Disciplinaria de la FIFA, Real Madrid se apuró a defenderse a través de un comunicado de prensa en que afirmaba haber procedido en “estricto cumplimiento” del reglamento sobre la inscripción de jugadores menores de edad, entregando “todos los documentos que le fueron requeridos por la FIFA” en un expediente informativo de hasta 51 menores de los equipos filiales explicando, a groso modo, la situación de la mayoría de ellos, exceptuando a dos jugadores de nacionalidad venezolana que de acuerdo con el club “nunca habían pertenecido a la disciplina del Real Madrid”.

Meses después, en abril, algunos medios españoles aseguraban que la sanción estaba próxima y que tendría carácter de inmediato en cuanto se diera a conocer, algo similar a lo que ocurrió al Barcelona, que no pudo fichar hasta este mercado de invierno de 2016 y tuvo que pagar cerca de 400 mil euros por “irregularidades” en la inscripción de varios menores extranjeros en los equipos filiales del club catalán entre 2009 y 2013.

Desde 2009 que entró en vigor la nueva ley que regula la inscripción de menores, la FIFA ha monitoreado de cerca dichos fichajes, e incluso ha llegado a impedir algunos. El primer precedente de sanción lo sentó el Chelsea ese mismo año, cuando fue castigado por el fichaje de Gael Kakuta, entonces de 16 años y quien actualmente milita en el Rayo Vallecano en calidad de cedido. En aquella ocasión, el Chelsea recibió una sanción en la que se le impedía fichar hasta 2011. El club inglés recurrió al Tribunal de Arbitraje Deportivo, que falló en su favor anulando la sanción.

De acuerdo con el artículo 19 del reglamento de transferencias de jugadores, sólo hay tres excepciones a la prohibición del fichaje de extranjeros menores a 18 años: que los padres del menor cambien de domicilio por razones ajenas al futbol, que el jugador haya cumplido los 16 años y la transferencia se realice dentro de la Comunidad Europea y, en caso de transferencias fronterizas, que el domicilio del jugador resida a menos de 50 kilómetros de distancia de la frontera.

A los clubes madrileños les queda, ahora, blindar a sus estrellas o acudir al Tribunal de Arbitraje Deportivo, aunque sin esperanzas, pues de nada sirvió al Barcelona, que recibió la misma sanción y no pudo fichar hasta el mercado invernal que arrancó el pasado 4 de enero pasado, o al Chelsea, que también había incurrido en irregularidades con los menores.