BARCELONA -- Luis Suárez se subirá al tren de las mejoras salariales que se acumulan en el Barcelona y una vez que comience la próxima temporada negociará un aumento que no por esperado causa temor en el club azulgrana.
El delantero uruguayo, que aceptó a su llegada un contrato por debajo de lo que habría podido exigir debido tanto a la sanción que cumplía por su mordisco a Chiellini en el Mundial de Brasil como por su deseo de fichar por el Barça, tiene un salario de 10 millones de euros (entre el fijo y la prima de fichaje que firmó) que si bien le coloca en el tercer lugar del escalafón de la plantilla, quedará desfasado con las modificaciones que se avecinan.
Desde el entorno de Suárez se entiende que en realidad su salario está fijado en 7 millones y que debe ser mejorado por su trascendencia en los resultados del Barcelona.
Neymar, Busquets e Iniesta esperan con más o menos urgencia las mejoras prometidas en su día y que en el caso del brasileño provocará el mayor y más preocupante aumento, pero a la cola de todos ellos ya se contempla el caso de Suárez.
El rendimiento del charrua ha superado las mejores expectativas y está en camino de cerrar su mejor temporada en cuanto a goles se refiere. Sin tener el impacto mediático de Messi o Neymar, Suárez se ha confirmado como imprescindible en el equipo azulgrana y ello ha motivado que desde su entorno empiece a deslizarse la conveniencia de una 'renovación' que en realidad es una mejora.
En junio de 2019 Suárez tendrá 32 años y una de las ideas que se apunta sería prolongar por dos años más su contrato, con un aumento considerable del salario... Que provoca temor en las oficinas.
En el club se entiende que en la escala salarial que se avecina, el delantero uruguayo merecerá ese aumento para reafirmarse como el tercer mejor pagado en la plantilla y se confía en que la felicidad personal de Suárez motive que no existan las dificultades que se temen en el caso de Neymar.
Con todo, la continuidad de Suárez, el tercer crack del tridente, provocará que en los despachos del Barcelona aumenten los problemas económicos.