MADRID -- Roman Zozulya, delantero de la selección ucraniana de futbol, está a un paso de quedarse seis meses sin jugar tras ser rechazado de manera casi unánime por la afición del Rayo Vallecano.
El jugador de 27 años, cedido al cuadro franjirojo hasta final de temporada en el último día del mercado invernal, se topó con el repudio de la afición rayista apenas tocar suelo madrileño el martes pasado. La razón de tal rechazo se debe a la presunta “filiación política” del jugador, a quien se ha acusado de neonazi.
Las protestas de la afición del Rayo Vallecano no se hicieron esperar. Miembros del grupo de animación ‘ultra’ Bukaneros advirtieron que el jugador “no sería bienvenido en Vallecas” y llegaron a colocar una manta reiterando su rechazo en plena Ciudad Deportiva.
En tanto, la gran mayoría de la masa social, a través de la Plataforma ADVR que conglomera a las peñas rayistas, exigió, de nuevo, la renuncia del presidente Raúl Martín Presa –con quien nunca han tenido una buena relación– por realizar la contratación y, de acuerdo a un comunicado de prensa del grupo de aficionados, “una gestión incendiaria, sin valores y sin principios”.
La presión y el rechazo generalizado de los aficionados obligaron al delantero a volver a Sevilla pocas horas después de haber aterrizado en Madrid.
Tras disputar la Eurocopa 2016 con Ucrania el verano pasado, Zozulya fue fichado por el Betis, donde no logró destacar en la primera mitad de la campaña, apenas disputó 150 minutos repartidos en seis encuentros, razón por la que se buscó salida a modo de cesión a un equipo que le diera minutos, como el Rayo, actualmente en la Segunda División Española.
A su llegada a Sevilla para ser presentado como refuerzo del Real Betis, Zozulya fue tachado de filiación a un grupo neonazi ucraniano debido a las numerosas publicaciones de apoyo al ejército de su país, que desde hace varios años se encuentra inmerso en un conflicto armado frente a grupos separatistas prorrusos en varias regiones.
El hecho de que la afición ejerciera tal presión en la directiva y el jugador al punto de hacerlo retroceder y exponerse a quedarse sin ficha para jugar, pues ya ha sido registrado con el Rayo, causó estupor entre el gremio futbolístico, propiciando que desde el plantel entero del Betis, hasta la Asociación de Futbolistas Españoles y la Liga presidida por Javier Tebas se gestara una defensa unificada al jugador, a quien tras una reunión de emergencia celebrada el jueves entre Tebas, el presidente del Rayo, Raúl Martín Presa, y el presidente de la AFE, Luis Rubiales, se determinó dar libertad al jugador para decidir si quiere volver a Vallecas con el riesgo de tener a la afición permanentemente en contra o no.
El jugador optó, primero, por escribir una carta abierta a la afición rayista negando cualquier “vínculo con grupos neonazis o paramilitares”, al tiempo que explicaba que su “llegada a España” estuvo marcada por un malentendido producto del desconocimiento de la “realidad de Ucrania”.
“Llegué al aeropuerto de Sevilla con el escudo de mi país y unos versos del poeta Taras Shevchenko, estudiado en todas las escuelas de la Unión Soviética” algo que según el jugador fue interpretado como nacionalismo de extrema derecha por la prensa local y no como una manifestación “patriótica”. “He realizado una importante tarea en Ucrania colaborando en ayudar a los niños y a los más desfavorecidos”, aseguró.
En Ucrania, mientras tanto, las acusaciones de nazismo del jugador han causado indignación. Tanto la Federación Ucraniana de Futbol como el cuerpo diplomático ucraniano han salido en su defensa.
“Román Zozulya es uno de los patriotas ucranianos que apoyan el ejército ucraniano en su lucha contra el agresor por la integridad territorial de nuestro país. Nosotros estamos muy orgullosos por tener en Ucrania los jóvenes tan valientes y patrióticos como es Román Zozulya. Por esta razón consideramos injustas las acusaciones contra nuestro compatriota que defiende su país”, señaló la Embajada Ucraniana en España a través de un comunicado.
Por su parte, el director técnico del combinado ucraniano Andriy Shevchenko manifestó su “indignación” por el trato a su jugador y exigió “a las autoridades competentes” una “solución jurídica” a su situación.
Pero las defensas encarnizadas al jugador de nada han servido.
La afición rayista se ha mantenido firme en su rechazo pues aseguran que la ideología política del jugador “no concuerda con los valores de Vallecas”, un barrio madrileño tradicionalmente obrero.
“Somos una afición diferente de un barrio diferente. Pero diferente no es lo mismo que radical. La voz del rayismo ha sido una desde que se hacían públicos los rumores del fichaje del jugador: en nuestro barrio, nuestro deporte, no hay espacio para los nazis”, señaló la Plataforma ADVR, que para dejar clara su postura organizó una protesta durante el encuentro del fin de semana entre el Rayo y Almería, que consistió en varias pañoladas y la repartición de carteles como manifestación gráfica a la contratación del jugador.
Zozulya, quien debía tomar una decisión este lunes, ha estado reunido durante el día con sus representantes en un hotel de Sevilla, pero según dijo a los medios locales, aún no ha tomado una decisión. Sin embargo, el representante en España del jugador, Jorge Lorenzo, dijo a la prensa sevillana que la situación se ha vuelto “insostenible” y que “si el ambiente social no cambia, es prácticamente imposible que el jugador pueda ir”.