El FC Barcelona aprovechó las vacaciones de Navidad para dar un impulso en el fichaje de Philippe Coutinho. El futbolista brasileño recibió el visto bueno del Liverpool para fichar por el Barça y aunque la intención del club de Anfield era retrasar su partida hasta el verano, llegados los últimos días de 2017 crece la sensación de que el trasvase pudiera llevarse a cabo en este mercado de invierno.
De acuerdo a una fuente cercana al club azulgrana, André Cury, colaborador del Barcelona en el mercado brasileño, mantuvo una reunión con Kia Joorabchian, representante de Coutinho, en la que habrían sentado las bases de una negociación definitiva entre los dos clubes, entendiendo que el Liverpool mantendrá su palabra de aceptar la salida del jugador.
Robert Fernández mantiene al futbolista brasileño como objetivo prioritario, por más que no pudiera ser utilizado en la Champions League, atendiendo tanto a que es el jugador con mayor aceptación en la plantilla y cuya incorporación significaría un golpe de efecto de primera magnitud en la segunda parte de la temporada.
El fichaje de Coutinho facilitaría más descanso a Andrés Iniesta pensando en la Champions y ofrecería un segundo refuerzo, contando con la recuperación de Dembélé, para Ernesto Valverde.
La fuente consultada estimó que el traspaso podría concretarse por una cifra aproximada de 150 millones de euros, que es el pacto que habría aceptado el Liverpool en septiembre, a condición de que el jugador se incorporase sin problemas a la plantilla de Klopp hasta hacerse efectiva la operación.
Coutinho vendría a ocupar la plaza, o en eso confía el Barça, de Arda Turan, con quien existen diversos contactos para acelerar su marcha en este mercado de invierno.
Valverde confía plenamente en su plantilla pero con Roberto Fernández, secretario técnico al que le une una gran relación, solventó hace ya semanas que sería positivo reforzar el vestuario, tanto con el jugador brasileño como, también, un central de probadas garantías para ocupar el puesto de Mascherano y que sería, de no surgir una sorpresa, Yerry Mina.