BARCELONA -- El FC Barcelona y el Valencia cerraron este jueves un acuerdo por la cesión de Jeison Murillo hasta final de temporada, por la que el club azulgrana pagará 2,3 millones de dólares y se reservará una opción de compra, no obligatoria, de 28,6 millones.
El futbolista ya viajó a Barcelona para ser sometido a la revisión médica, previa al anuncio oficial de la operación, aunque su presentación podría posponerse hasta después de Navidad. El Barça pagará 2,3 millones de dólares por la cesión y Murillo, que será presentado a sus nuevos compañeros probablemente este mismo viernes, se integrará plenamente a los entrenamientos a las órdenes de Valverde tras las vacaciones.
EXIGENCIA DEL ENTRENADOR
La elección del internacional colombiano fue consensuada entre el área deportiva del Barcelona, comandada por Pep Segura, y el entrenador, quien tras conocer el alcance de la lesión de Vermaelen y desconfiado en los plazos de recuperación de Samuel Umtiti, solicitó la incorporación de un zaguero experimentado para encarar la segunda parte de la temporada con plenas garantías.
Desde el área deportiva se trasladó a Valverde la opción de dar confianza de entrada, pensando en la eliminatoria de Copa frente al Levante, a futbolistas de la cantera, con Chumi en el primer plano, y apurando los plazos hasta finales de enero para entonces, si no ofrecía dicha solución el resultado esperado, incorporar a un jugador en el mercado, teniendo en cuenta que se cierra a finales del mes de enero.
El técnico, sin embargo, se mostró reacio a esta opción y desde un buen principio se expresó favorable a la incorporación de un jugador experimentado lo antes posible y para darle tiempo a adaptarse al equipo rápidamente pensando tanto en la segunda vuelta de la Liga como a la eliminatoria de octavos de final de la Champions, a disputar a finales de febrero y alertando que la situación con Umtiti no le ofrece hoy por hoy ninguna garantía.
El Barcelona trabajó con una lista de jugadores entre los que Murillo no aparecía entre las primeras opciones y su elección final obedeció tanto a la imposibilidad de incorporar a los preferidos como, también, al visto bueno de Valverde, quien valoró tanto su conocimiento de la Liga española como los buenos informes que hay del jugador, a pesar de que su mala relación con Marcelino le dejó prácticamente invisible esta temporada en el Valencia.