BARCELONA -- El 17 de enero de 1968, se cumplen este jueves 51 años, Narcís de Carreras tomó posesión como presidente del FC Barcelona. Permaneció en el cargo apenas 23 meses, dimitiendo en diciembre de 1969 por las peleas internas en su junta directiva, dividida entre quienes apostaban por el regreso de Helenio Herrera al banquillo del primer equipo y quienes no, pero aquel breve periodo de tiempo fue suficiente para colocarlo, con letras mayúsculas, en la historia del Barça.
Era el presidente que asistió al Santiago Bernabéu en una final de Copa mítica, vencida por el Barcelona al Real Madrid en su estadio, recordada como ‘La final de las botellas’ por la multitud de botellines que se lanzaron al terreno de juego cuando el Barça se proclamó campeón. Y que tuvo en el palco un episodio alucinante, cuando la esposa de un ministro le felicitó “porque Barcelona también es España, ¿no?”, a lo que Carreras respondió con un par de improperios.
Mandatario en una época especialmente difícil, con el club azulgrana a la sombra deportiva del Real Madrid, enlazando 8 años sin ganar la Liga y en una situación económica muy debilitada por la construcción del Camp Nou, Narcis de Carreras se presentó como nuevo presidente del Barça, sucesor de Enric Llaudet, con un encendido discurso un salón de la céntrica Vía Layetana de la ciudad. Y allí, ante la asamblea de compromisarios que le había elegido (en aquel tiempo no existía en España la democracia y, por tanto, el sufragio universal), el mandatario lo dijo: “FC Barcelona quiere decir alguna cosa más que un simple club de fútbol”.
LEYENDA
Probablemente no fue en aquel momento consciente del alcance de aquella frase, que dio paso a la que se acuñaría de forma inmediata: “El Barça es más que un club” se convirtió inmediatamente en lema indisoluble al club azulgrana, elevado después a la categoría de ‘Ejército simbólico desarmado de Cataluña’ en la pluma del gran Vázquez Montalbán, cuando el ‘Más que un club’ ya acompañaba el día a día de aquel Barcelona de los últimos tiempos del franquismo.
Agustí Montal, sucesor de Narcis de Carreras en la presidencia del Barça en 1969, aceleró el giro catalanista del club que su predecesor, procurador en las Cortes y teniente de alcalde de Barcelona, no había osado en su etapa... Pero aprovechó el tirón de un lema que hoy, medio siglo después, se mantiene en el plano.
Durante una época, ya muy lejana, para proclamar un catalanismo del cual se hizo bandera en el club. En el presente a través de una filosofía futbolística y social que proclama la especial idiosincrasia de este Barça del Siglo XXI.. Que de todas maneras no puede huir del momento político que vuelve a centrar la actualidad en Cataluña y le obliga, obliga a sus dirigentes, a mantener un equilibrio tan difícil como evidente.