BARCELONA -- Lionel Messi, suplente. El argentino, en acuerdo con Ernesto Valverde, decidió no forzar la máquina y aunque entró finalmente en la lista de convocados del Barcelona quedó en el banquillo, de entrada, para el Clásico frente al Real Madrid. Su puesto en el once, por la ausencia también por lesión de Dembélé, lo ocupó el brasileño Malcom.
El capitán azulgrana, que por una lesión en el codo ya no pudo jugar en el duelo liguero del mes de octubre, entrenó el martes con aparente normalidad junto a sus compañeros, pero este miércoles, antes de desplazarse al Camp Nou, entendió que el golpe en el muslo aconsejaba no forzar de entrada y convino tanto con el entrenador como con los médicos del club quedar en el banquillo.
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La última vez que Messi fue suplente en un Clásico fue el 21 de noviembre de 2015, cuando volvía de una lesión y no comenzó aquel partido en el Bernabéu, entrando en el campo a falta de 34 minutos, cuando el Barça ya ganaba por 0-3 y redondeando la noche con un 0-4 que mostró la calidad de sus compañeros.
Habiéndose ausentado en un total de cinco Clásicos desde que ascendió al primer equipo del Barça en 2004, Leo entraría en acción, se supone, dependiendo del desarrollo del encuentro.
Valverde, por lo demás, decidió juntar en el centro del campo a Rakitic con Arthur y completó un once formado por Ter Stegen, Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba, Busquets, Arthur, Rakitic, Coutinho, Malcom y Luis Suárez.
El técnico Santiago Solari, por su parte, dejó figuras de peso en el banquillo como Bale, Isco, Casemiro y Courtois.
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