BARCELONA -- El Barcelona hizo oficial a última hora del miércoles la cesión hasta fin de temporada de Jean-Claire Todibo al Schalke 04 por 1.5 millones de euros, especificando que el club alemán se reserva una opción de compra valorada en otros 25 millones que podrían, de cumplirse unas variables futuras, alcanzar los 30.
El contrato entre los dos clubes especifica igualmente que en caso de que el Schalke haga efectiva la opción de compra el Barça se reservará un derecho de recompra (no se especificó durante cuánto tiempo) por 50 millones de euros, más otros 10 variables, unas condiciones que, a primera vista, no son contempladas en el Camp Nou, donde la figura de Todibo se contempla ya en pasado en un papel deportivo y vista, en futuro, como un activo por el que obtener una indiscutible ganancia económica.
Y es que de cumplir las expectativas, si el Schalke no estuviera en disposición de atacar en junio su fichaje definitivo, el club azulgrana contempla muy factible cerrar su venta a un tercer club, conociéndose que ya son varios los que mostraron su interés en el jugador.
Apuesta personal de Eric Abidal cuando hace un año fue fichado al Toulouse por la misma cantidad que ahora ingresará por su cesión, el papel del joven central francés en el Barça ha sido apenas residual desde un aspecto deportivo y se ha convertido, de momento, en el último negocio financiero del club, que ha impuesto en la venta de jugadores una nueva vía de ingresos con la que obtener beneficios.
Todibo sucede en este floreciente plan de negocio a Yerry Mina, por quien el Barça pagó 11.8 millones de euros en enero de 2018 e ingresó al cabo de siete meses más de 30 millones en su traspaso al Everton, club que también dejó en el Camp Nou cerca de 4 millones de beneficio con el fichaje de Lucas Digne.