Mientras en Mallorca están más bermellones que nunca, por la furia ante el incumplimiento del descanso prometido por el presidente Javier Tebas (regresarán al césped el sábado 13 de junio a las 22 horas para medirse al Barcelona en casa y, menos de tres días después, saltarán al del Estadio de la Cerámica, a las 19:30, para enfrentarse al Villarreal, son menos de las 72 horas prometidas por el dirigente), el Barcelona ya confirmó que estará el menor tiempo posible en la isla.
El rival del Mallorca en el regreso de la competición planificó un viaje expréss. Los de Leo Messi viajarán el mismo día del partido por la mañana (esto no cambia) en un vuelo chárter con el acceso restringido a los miembros autorizados en un avión dotado de todas las medidas sanitarias que dicta el protocolo.
El presidente Josep Maria Bartomeu ya expresó su voluntad de acompañar al equipo hasta al contingente reducido del líder de la Liga. Todos pasarán las pruebas de la Covid-19 horas antes de volar: plantel, miembros del cuerpo técnico y el resto del grupo. Los test se repetirán, como establece el protocolo de LaLiga, en todos los encuentros.
Los catalanes, munidos de los elementos de seguridad (guantes y barbijos), se desplazarán desde Son Sant Joan en dos micros para que el contingente pueda mantener la distancia de seguridad. Cabe recordar que, además, en estas últimas once jornadas se podrán convocar hasta veintitrés futbolistas en lugar de los habituales dieciocho.
El Barcelona se dirigirá a su hotel de concentración, nombre que todavía no ha trascendido, cerrado en exclusiva como marca el protocolo. Incluso los conductores del autocar, que también habrán sido sometidos a controles médicos previos, deberán permanecer en el mismo establecimiento para evitar contagios. Allí los jugadores comerán y descansarán en sus habitaciones antes de dirigirse al estadio mallorquín.
El conjunto culé llegará a Son Moix sobre las 20:15 horas y se tomarán la temperatura (resta conocer si utilizan uno o dos vestuarios para cambiarse). Después del encuentro, que se inicia a las 22 horas, se dirigirán directamente al aeropuerto en los mismos dos micros, para tomar otro vuelo chárter y aterrizar, ya de madrugada, en Barcelona.