MADRID - Javier Aguirre, entrenador del Leganés, recordó cómo le avisaron del confinamiento por el Covid-19 y reconoció que han cambiado cosas desde el último día de entrenamientos antes del parón. "Me fui a casa y por la noche recibí una llamada de que se suspendía todo hasta nuevo aviso. Pedí venir el viernes, sentarnos para despedirnos y me dijeron que ni eso. Allí ya vi que iba en serio porque no me dejó la directiva. Volvimos noventa días después y no se parece en nada".
"Es muy impersonal todo, los entrenamientos empezaron con dos, con cuatro, con ocho... Es algo muy fuerte para nosotros que nos dedicamos a eso. Pero si a eso le agregas un drama personal, una pérdida... peor", completó.
El famoso 'Vasco' reconoció que será doloroso no ver aficionados en las gradas tras el retorno de la competición liguera después del parón ocasionado por la crisis sanitaria del coronavirus.
"Doler duele, claro. La gente ya ha estado mucho tiempo confinada en casa y para familias enteras es un día bonito, ir al estadio a ver a su equipo. Hay gente del Lega que espera el domingo con ilusión: te tomas el aperitivo, vas con tu camiseta, tu bufanda, los hijos, cantando... Eso duele porque estarán en casa y no es lo mismo", indicó.
Aguirre apuntó que los jugadores son conscientes 'de este nuevo fútbol' y que deberán acostumbrarse, jugando con la misma intensidad, pero sacando la motivación de otra parte ante la falta de apoyo de sus seguidores desde la tribuna.
Para analizar lo que se avecina pueden tomar como ejemplo lo que ha sucedido en la Bundesliga, que ya ha arrancado: "Más que errores había muchos espacios. Era un ritmo de pretemporada, no encontraban el de un partido normal. Es lógico. Vienes de 90 días, de 60, los que sea. Le metes mucha carga de trabajo físico... entonces cuesta".
"Eso lo coges con amistosos. Ahora no los pudimos realizar. Veremos mañana cómo estamos, no va a ser fácil. Espero que el ritmo sea alto. Que no haya errores de concentración, que haya sólo los propios de un partido y no de que el público no me avisó que detrás tenía un rival", añadió.
El mexicano considera que su equipo llega 'bien' físicamente pero que eso hay que certificarlo en el campo: "Hasta que no estemos frente al rival, no veremos cómo están. Me ha sorprendido gratamente diría que el 90% de los jugadores, que llegaron mejor de lo que se fueron. Trabajaron más a conciencia en la soledad".
En cuanto al aspecto mental, señaló: "Psicológicamente no es tangible, algunos no le motiva eso de jugar sin público, otros no les gusta hablar así, algunos hablan de más... esas cosas sí que van a tener que cambiarlas".
Entre las modificaciones está el hecho de que podrá contar con cinco cambios en lugar de tres: "A mí me gusta. Ni beneficia, ni perjudica a nadie. Si beneficia, es al espectáculo. Porque la gente por televisión, donde lo vea, verá equipos frescos constantemente. Si hay jugadores lesionados, sin la posibilidad de reemplazarlos con este clima, en junio, julio... yo creo que beneficia al espectáculo".
Ahora bien, eso puede dar pie a pérdidas de tiempo: "Puede ser. Todo dentro del reglamento, si te permiten hacer esos cambios y no los usas... lo bueno es que en este sentido hay opciones de hacer cinco cambios, pero sólo tres veces. Se usaría igual. Lo dudo, pero si está dentro del reglamento, habrá que aceptarlo".
Sobre el Valladolid, comentó: "Es un rival bueno, que juega al fútbol, bien dirigido, que allá nos complicó las cosas, que tiene mucho tiempo con el mismo míster... nos va a exigir. Si no suma podemos meterle en el lío, sería bueno ganar, claro".
En otro orden de cosas recordó su única experiencia en un choque a puerta cerrada, cuando dirigía al Atlético de Madrid contra el PSV, si bien no encuentra paralelismos ya que en aquella ocasión se concentraron decenas de miles de personas en las inmediaciones del estadio. Esta vez eso no será posible.
"La gente no estaba dentro pero estaba fuera, 40.000 tíos con bengalas aplaudiendo un córner, un gol. Creo que ganamos. Es la única experiencia que tengo. Aquí va a ser peor porque no vamos a poder concentrar gente fuera del campo. No es agradable, pero todo sea por el bien de la salud. Eso es indudable. Lo primero es lo primero", explicó.
Preguntado por los problemas para hacer gol de los suyos aseguró que sus delanteros se encuentran bien aunque deseó que también pueda sumar en este apartado la llamada 'segunda línea': "Son gente que pueden y deben manifestarse, no solamente el 'nueve'. Sacar algo más del balón parado también es una asignatura en la que estamos trabajando".
Por último afirmó que los canteranos están en condiciones de poder aportar, que no sabe cuándo podrá contar con Alerxander Szymanowski a pleno rendimiento y habló de la figura de Óscar Rodríguez.
"Veo que se ha convertido en el líder goleador del equipo ante la ausencia de Braithwaite y En-Nesyri. Esto hace que la gente deposite sus esperanzas en sus goles. Pero evidentemente tanto por su juventud como por el hecho de que forma parte de un equipo la responsabilidad es de todos. Si él hace bien su función y los demás la suya al equipo le irá bien. Es joven, me gusta su forma de ser, su talante, que le guste el gol y lo tenga".