BARCELONA -- Derrumbado allá por el mes de noviembre, cuando Òscar García sustituyó en el banquillo a Francisco Escribá, el Celta recibirá este sábado al Barcelona con un colchón de siete puntos por encima del descenso, habiendo sufrido solo una derrota en las nueve últimas jornadas y un gol en siete.
Ese despertar del equipo gallego aceleró el interés del club por concretar su renovación, que el entrenador catalán recibió de buen grado.
"Estoy muy contento en el Celta. Vine porque pensé que era el momento adecuado para probarme en un equipo con problemas y como ya me habían querido antes entendí que era la mejor opción", reveló, afirmando que "todos sabían de mis intenciones. Siempre he dicho que estoy muy contento y que me gustaría empezar un proyecto desde cero".
"Hemos ido encajando todo. Cuando llegué ya avisé que no iba a ser fácil, que sería un proceso lento y que las cosas no saldrían siempre como querríamos, pero podemos estar satisfechos de como van las cosas", descubre ahora, al cabo de siete meses y en puertas de enfrentarse al club de su vida... Precisamente el mismo ante el que comenzó su etapa en el conjunto gallego.
"Nunca es buen momento para recibir al Barça y aunque jugamos después de dos victorias que nos han dado confianza, está claro que seguimos peleando por salvarnos" avisó Òscar, durante una conversación con ESPN Deportes en la que sentenció que no está centrado "en hacer cuentas dependiendo del rival. Todos los puntos son importantes ahora, juegues contra el primero o contra el último".
Capaz de igualar, y tutear en el campo, al Real Madrid en el Bernabéu, no es un secreto que si Òscar tuviera que apostar por un campeón su corazón no dudaría en hacerlo por el Barça... Al que, lo que son las cosas, buscará vencer el sábado en un partido especial y, confía, no definitivo en la lucha por el título. "Mi sentimiento
"Siempre preparo un partido pensando en la mejor versión del rival y más aún si ese rival es el Barça. Es un gran equipo... Y ya se vio contra el Athletic que con los cambios que puede hacer sigue siéndolo. De los que no nota la diferencia" resolvió el técnico del Celta, buen conocedor de la idiosincracia azulgrana y que tiene asumido que llegará a Balaídos dispuesto a borrar cualquier duda que pueda existir a su alrededor.
Messi le dio la bienvenida a LaLiga con un hat-trick en su debut como entrenador del Celta y Messi le vuelve a amenazar este sábado, persiguiendo su gol 700 de azulgrana en un reto que no preocupa a Òscar, quien bromeó afirmando que "ojalá se deje para la semana que viene ese récord... Y todos los que le quedan".
"Un plan especial para frenarle? Si uno funcionase ya lo haría servir todo el mundo. Messi es como un entrenador en el campo, que controla todo lo que pasa y sabe cuándo y cómo intervenir. Decide en un momento determinado en cualquier situación y lo que no podemos es volvernos locos con él porque es inútil" sentenció, poniendo especial énfasis "en el juego del equipo, en el colectivo".
"El Barcelona te somete con el balón casi siempre, así que debemos intentar tenerlo el máximo tiempo posible para evitar que te hagan daño" descubrió, no entrando en consideraciones acerca de las críticas que rodean a Setién y al equipo azulgrana "porque bastante tenemos con lo nuestro".
Ya sea con los veteranos que parecen intocables o los Riqui, Ansu y demás que empujan fuerte, Òscar dio por sentado que la fortaleza del Barça "es inmensa", aunque apuntó, desde la lejanía, que el equipo azulgrana "siempre se ha caracterizado por tener chavales de la cantera listos en el primer equipo; esa es la filosofía del club... Y es el club el que debe decidir hasta qué punto cuenta con ellos", en un claro mensaje a quien quisiera entenderlo.
RAFINHA
Una de las claves en el despertar del Celta ha sido Rafinha, un futbolista para el entrenador catalán "trascendental" en sus planes. "Le conozco desde que le tuve en el juvenil del Barça, sé de lo que es capaz y mi reto era recuperar su mejor versión", destacó, dejando claro que si fuera por él "me encantaría que siguiera en el Celta, desde luego. Sería un éxito para el club conseguir su continuidad".
"No sé los planes del Barcelona con él", reveló, sin querer opinar acerca de si debería tener un puesto en la plantilla azulgrana. "Hay que ver los intereses del Barça, los de Rafinha y también la disposición que pueda tener el Celta en todo ello".
"Como entrenador siempre quiero más, siempre exijo el máximo a mis jugadores, y ellos lo saben, porque entiendo que podemos seguir mejorando. Viniendo de donde venimos debemos estar contentos pero eso es lo que debe empujarnos a mejorar" refirió, dando cuenta que, pensando en un futuro con el Celta, "no podemos echar las campanas al vuelo. Hay que tocar de pies en el suelo".
"El Celta no es un equipo que cada año este peleando por entrar en Europa. Esta temporada ha sido especialmente más difícil y lo que espero es que hayamos aprendido la lección".