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Messi, rencores y un burofax: lo que necesitas saber de la ruptura del Más Grande de Todos los Tiempos y Barça

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Llorens: "Messi quiere un proyecto para ganar la UCL" (2:01)

Moisés Llorens afirma que las posibilidades de que el astro argentino se quede en Barcelona son muy pocas, y su destino estaría en Manchester City. (2:01)

La carta (mejor dicho, el "burofax") llegó, con recepción certificada. De esa forma, nadie puede fingir que no la recibieron. Alguien la abre (¿el propio presidente del FC Barcelona Josep María Bartomeu, quizás?) y la lee. ¿Qué dice? Esperen, ¿qué qué? La misiva dice que Lionel Messi, el jugador más grande de la historia del club, de la historia de cualquier club, quiere irse. E irse ya. Gratis, además. Y cree que tiene bases legales (después de todo, esa es la razón por la cual utilizó un "burofax") para que el Barcelona se lo permita.

Pues bien, a partir de entonces, todos, en todas partes, se volvieron totalmente locos.

A continuación, intentaremos responder algunas preguntas básicas que todos se han hecho tras conocer la sísmica noticia de este martes, que sacudió a todo el mundo del fútbol.

Messi notificó al Barça su deseo de irse con un burofax. ¿Un qué?

Nadie la conocía. Y ahora se convirtió en la palabra de moda. Esencialmente, un "burofax" es una carta formal enviada por vía certificada, firmada oficialmente por la persona que la recibe. Es una forma en la cual el remitente puede demostrar legalmente que el destinatario ha sido notificado del contenido de la carta. Y cuenta con valor probatorio, que podría alegarse como parte de una causa jurídica... si hay que llegar a esas instancias.

En otras palabras: el Barça no puede decir "¿Cómo? ¿Te quieres ir? No teníamos idea. ¿Por qué no nos dijiste?"

Siendo más sucintos: Se los dijo. Oficialmente.

Entonces... ¿es éste el fin?

Pues bien, es un final y, sí, cuesta imaginarse cómo pueden retractarse de esto. Más aún, si llegan a producirse declaraciones públicas en las horas y días por venir. No sólo se trata del hecho de que Messi pueda dejar el Barcelona: también se trata de la forma como partirá, el por qué, y cuándo lo hará.

Pero ¿esto implica una salida irreversible de Messi? No, no realmente, aunque es muy difícil imaginarse otro resultado. No hay manera de borrar esto, considerando que nada podrá volver a ser igual. Incluso, si Messi se queda en el club culé, no se sentirá de la misma manera. Incluso, si todo cambia excepto él (si Bartomeu dimite, si Luis Suárez permanece, si llega Neymar), si todos esos sueños alocados se hacen realidad, si él llega a pensar de repente: "¡Oigan, mejor me quedo!" ... nada volverá a ser como antes. Algo está roto. Ya estaba roto, obviamente (razón por la cual llegamos a este punto), pero nos encontramos en un extremo en el cual ya arreglar las cosas parece prácticamente imposible.

Entonces, ¿qué hacer? Hay que dejarlo ir. ¿A qué te aferras, de todos modos? Si Messi está realmente decidido a irse, quizás ya no tiene sentido obligarlo a permanecer en el club.

A pesar de todo lo anterior, el Barcelona podría pelear: el único daño peor que el ya causado podría ser que Messi, de hecho, ¿saben?, se vaya. Visto desde el otro lado, lo que se desea y lo que se obtiene no siempre es lo mismo... incluso si se es Lionel Messi.

¿Cuál podría ser la razón? ¿Es ésta una jugada para obligar la dimisión de Bartomeu?

Esa es una idea atractiva y probablemente podría cambiar algunas cosas para el número 10 culé. El odio (y esa es realmente la palabra adecuada, considerando lo visto) es muy fuerte. Quizás existan algunos miembros de la directiva barcelonista que desean ver a Bartomeu fuera, creyendo que es la única forma de rescatar esta situación. Después de todo, Bartomeu se irá en siete meses. Pero ese hecho nos sugiere que Messi no hizo una jugada de poder.

La renuncia de Bartomeu quizás pudo haber evitado que llegáramos a este punto. Sin embargo, ya se cruzó el límite y todo parece indicar que una dimisión no arreglaría nada.

Messi estaba consciente de que Bartomeu se irá dentro de poco. Sólo tenía que esperar. Pero ya no le queda mucho tiempo al argentino como para sentarse a esperar. Tiene 33 años y quiere ganar ya. ¿Cuánto le queda? ¿Dos temporadas a lo sumo? Dos oportunidades de ganar esa Champions League que le fue tan esquiva en sus años de máximo nivel físico. Aparte de una oportunidad de alzar la Copa del Mundo, para la que se debe preparar con la mayor dedicación, en vez de hacer mero acto de presencia. Si lo va a lograr, tiene que ser ahora. No cuenta con mayor tiempo o paciencia. Ya ha tenido suficiente.

¿Cuál podría ser la razón? Está enfadado. Muy, muy, sumamente enfadado. Su deseo de irse es fuerte y está en lo más profundo de su ser. Bartomeu lo llevó a este extremo, pero incluso la renuncia del presidente barcelonista podría no bastar para persuadirle a tomar ese paso. Y piensen en lo que eso significa: dejar el club donde ha jugado durante toda su carrera, el club donde ha dicho que quería retirarse. El club al que se incorporó cuando tenía 13 años. Su hogar, donde está su familia, donde sus hijos han crecido, donde quería vivir por el resto de su vida y la de sus seres más queridos. A pesar de todo ello, tomó esa decisión.

Así de grave es la situación. A este nivel de enfado se encuentra Messi, convencido de que no hay otra solución.

Allí tienen el legado de Josep María Bartomeu.

Entendido. Por eso, el Barcelona le dejará ir, ¿cierto?

Primero, ¿qué es el FC Barcelona? ¿Quién es el FC Barcelona? ¿El presidente? ¿Este presidente?

Sospecharán que existe un elemento político en juego. Si Messi se va, Bartomeu será recordado por siempre cómo el presidente que le dejó ir del club. Peor aún: cómo el presidente que obligó a la salida de Messi. Pero ya podría ser demasiado tarde para evitar que esa imagen quede impresa en la retina del socio barcelonista, excepto que Bartomeu decida irse y deje de ser presidente del club. E incluso, quizás esa oportunidad ya pasó. Además, a pesar de que Messi decida no irse, Bartomeu será considerado como el hombre causante de todo este desastre.

A pesar de lo anterior, el Barcelona no puede permitir que eso suceda. Deben moldear la narrativa y hacer que todo parezca culpa de Messi: deben conseguir una forma de justificarlo. Tienen que pelear por ello y que se les vea que luchan por ello. Porque si no lo hacen, se verá el doble de mal, al haber permitido que Messi los manipule, hasta llevarlos a una posición inevitable, caso similar al de Neymar.

Nuevamente, la directiva culé ha quedado retratada. Han quedado como unos completos idiotas ante la opinión pública. Incluso, si terminan resignados a verle ir, dirán que no es el caso: argumentarán que la cláusula de rescisión no aplica, aunque sólo lo harán por motivos de preservación de imagen y economía. Se referirán a la cláusula de rescisión (claro que les encantaría cobrar €700 millones). Pondrán a sus abogados a trabajar en ello. Intentarán demostrar que la ventana para que Messi partiera del Barcelona gratuitamente se cerró el 31 de mayo.

Y, ¿quién tiene la razón? ¿La cláusula es válida?

Los representantes legales de Messi dirán que la verdadera fecha límite de su cláusula es "el final de la temporada", el cual se produjo, por motivos excepcionales, a finales de agosto, en vez de mayo. Pero todo dependerá de cómo fue la redacción precisa del contrato. Lo anterior, en caso de que este impasse se convierta en una batalla legal. Sin embargo, no es tan simple. Si se llega a una pelea legal (una verdadera lucha en tribunales), el Barça ya habrá perdido.

No puedes dejarle ir, pero ¿cómo no hacerlo, de llegar a semejante punto?

Entonces, como decíamos antes: No pueden dejarle ir, ¿cierto?

Pues bien, ¿qué harías? ¿Obligarle a quedarse a jugar, con un rostro descontento y con todo ese poder destructivo, hasta el próximo año, cuando pueda marcharse gratuitamente? Cuando todo sea peor. Incluso si Messi se queda, no se marcha nunca y lo gana todo, esta situación habrá dañado a todos por siempre.

Entonces, ¿intentamos cambiar su opinión? Quizás. Pero eso no es fácil de hacer y muchos miembros de la Junta Directiva no tienen ánimo para intentarlo. Ya han perdido.

Y tampoco crean que esta es una pataleta temporal de Messi. Este es el resultado de una situación que ha crecido durante un tiempo largo, sumamente largo. Un empleado no presenta su renuncia formal sólo porque esté un poco enfadado. Messi está muy, muy, muy enfadado. Pero también ha pensado mucho al respecto. Bastante.

Si Messi se marcha, ¿a dónde podría ir?

Eso depende. Si se va... ¿gratis? Eso abriría muchas oportunidades. Si se puede marchar... previo pago de su cláusula de recisión, pues se iría... ¿a ninguna parte?

Eso no resuelve nada y no sucederá. No es bueno para ninguna de las partes. Si se queda, debe ser porque Messi se siente convencido de permanecer en el Barça; no porque se le ha cerrado la puerta con candado, atrapándolo dentro de una relación en la que no desea permanecer. Si puede irse pagando un precio que reconozca su deseo de partir y quedando un año de vigencia en su contrato, pues existe un pequeño grupo de clubes que podrían albergarle.

Messi quiere ganar. Necesita sentirse confiado de que podrá hacerlo en su próximo destino. Los clubes candidatos a hacerse con sus servicios necesitan contar con cuantiosos recursos económicos y el deseo de lograrlo. Aunque ustedes no lo crean, algunos clubes no están dispuestos a intentarlo. El Manchester United si lo desea. También el Inter Milan. Quizás el Paris-Saint Germain puede reeditar la MSN, ese tridente conformado por Messi, Suárez y Neymar. Eso sería divertido.

Es demasiado pronto para pensar en Estados Unidos, Catar o un destino de semi retiro. Ya se han producido conversaciones con el Manchester City. Esa es la negociación que tiene mayor sentido para él. Como si fuera una película de robos espectaculares. Pep Guardiola y Messi, la vieja pandilla, la mejor de su oficio, juntos de vuelta para dar un golpe final.

¿Cuánto debemos interpretar de los tuits de apoyo de Puyol y Suárez?

Mucho. Que están del lado de Messi. Que esto es un tema que va mucho más allá (reitero: mucho, mucho, mucho, mucho más allá) de Messi. Que hablamos de un desastre absoluto, en muchos aspectos. Que, sí, hemos llegado a este punto de destrucción virtualmente completa.

¿Qué será del Barça sin Messi?

Nunca volverá a ser el mismo. Dicho de otra forma: ya ni siquiera importa cómo será este club sin él. No en estos momentos. Ningún hombre está por encima del club, bla bla bla... Eso no tiene sentido, porque esto no se trata de que un club se encuentre por encima de un jugador, de cualquier jugador. Se debe a que éste es el club y estos son los momentos que forjan la historia de los clubes. Y este momento, este legado, no puede corregirse ni olvidarse. Nunca. Jamás.

Ésta es su historia ahora, y les perjudicará. Por siempre.

Vale la pena mencionar que es probable que el legado de Messi también se vea afectado, y él esta consciente de ello... A pesar de todo, mantiene sus deseos de irse. Incluso, si esto llega a funcionar a la perfección para el Barcelona, la situación dañará al club. Imagínense al Barça dejándolo ir, consiguiendo un buen precio a cambio de su pase, resolviendo su complicada situación financiera, armando un buen equipo, ganando cosas.

Imagínense que Messi no logre contar con la misma suerte. Que le vaya un poco mal, independientemente de su destino. No importa. El mejor jugador en la historia del FC Barcelona tuvo que irse cuando no necesitaba hacerlo. O cuando no debía hacerlo. Llegó a un extremo al que nadie debió haber permitido llegarle y tuvo que irse en estas circunstancias. Porque permitieron que este desastre sucediera; de hecho, porque tú permitiste que este desastre sucediera.

No hablamos de la mera partida de un jugador. Ni siquiera hablamos de la partida de Messi. Ya tiene 33 años. Iba a ocurrir tarde o temprano.

Por el contrario, se trata de una salida en medio de esta situación. Se trata de todo lo que esto nos dice sobre ti.