BARCELONA -- Lionel Messi no jugará el próximo martes frente al Eibar, prolongando sus vacaciones en Argentina, con permiso especial del Barcelona, y estando previsto su reingreso a la disciplina del club con vistas al partido del siguiente domingo en Huesca.
El delantero marchó directamente a Rosario desde Valladolid, donde jugó su último partido del año batiendo el record de Pelé, para pasar las vacaciones navideñas y de acuerdo a lo informado por el propio club "se reincorporará a los entrenamientos después del partido Barcelona-Eibar", esperándose su presencia en el entrenamiento del viernes, uno de enero, en que volverá a ejercitarse la plantilla a las órdenes de Ronald Koeman, después de disfrutar de miércoles y jueves de jornada festiva.
El resto de la plantilla azulgrana, que se sometió a un test PCR siguiendo los protocolos de LaLiga, volvió con normalidad este domingo a los entrenamientos, con las únicas ausencias en el césped de los lesionados Gerard Piqué, Sergi Roberto y Ansu Fati y la novedad de Ousmane Dembélé, quien lesionado ante el Cádiz ya había empezado a ejercitarse antes del duelo en Valladolid y entrenó con total normalidad, esperándose, como ya anunció el entrenador holandés, que pueda entrar en la lista de convocados para el partido del martes.
Además de Messi, frente al Eibar tampoco jugará Jordi Alba, sancionado por acumulación de tarjetas.
El club informó por sorpresa, dos horas después de comunicar el permiso del jugador argentino, que Messi está completando el tratamiento de su tobillo derecho, dando por hecho que terminó el partido frente al Valladolid con molestias físicas, algo que no comunicó en su momento.