¿Se fue Lionel Messi del Barcelona y te sientes huérfano? ¿Quieres irte con él al París Saint Germain, pero te da remordimiento parecer villamelón? No te preocupes, haz lo que tu corazón de aficionado te diga, los fanáticos de jugadores siempre han existido y eso no te hace menos.
Es muy común decir que no se es un buen fan si cambias de colores basado en el aprecio por un futbolista o atleta en particular, pero, seguramente, te hiciste de ese equipo basado en él, más que en el club.
Cuando Hugo Sánchez brilló en LaLiga con el Real Madrid, el 99 por ciento de los fanáticos mexicanos se convirtieron en merengues, pero una vez que el Pentapichichi salió del equipo, luego de un paso glorioso, la herencia del goleador fue una base de madridistas aztecas a distancia, pero también muchos emigraron al Barcelona dirigido por Johan Cruyff o simplemente cambiaron, porque su fidelidad se basaba en el paso Hugol por ahí.
Con Lionel Messi no es diferente, pero es mucho más global. El argentino amplió la base de seguidores culés en todo el mundo, basado en casi 17 años en el primer equipo y 35 títulos.
Leo legará una fanaticada gigantesca al Barcelona, que ya era un equipo grande, pero algunos de los aficionados globales, los que no residen en España o directamente en Barcelona se mudarán con él a donde vaya.
Obviamente, los culés de corazón, viejos y nuevos, no cambian de equipo, pero sonreirán --seguramente-- cada vez que Messi anote en el PSG.
Hay otros ejemplos de 'migración de fans' en otros deportes en tiempos recientes, como el caso de LeBron James, quien creó una fidelidad de seguidores en Cleveland con los Cavs, y aunque se fue a Miami, no lo olvidaron. Ahí se agregaron más devotos del King James. Volvió a Cleveland y después se fue a 'cazar' anillos a LA con los Lakers. Eso no importa para sus seguidores, el que es fan de LeBron lo es y será donde juegue.
Tom Brady es un jugador que radicaliza las posturas, como a LeBron, lo quieres o lo amas. Su cambio de Patriots a los Buccaneers engrosó la militancia fanática para Tampa Bay con los aficionados que no tuvieron empacho en cambiar de jersey o incluso, los que sin dejar a Pats encontraron un 'segundo equipo' en Florida.
Éste es un buen momento para calibrar los afectos deportivos: ¿Eres fan de equipo o de un jugador? No todos los aficionados son 'a prueba de balas'.
Así como hay gente que tiene un club favorito por liga de Europa, América y las que se acumulen, otros tienen un equipo de sus amores, por lo regular, ligado a su biografía y geografía, lo que no les impide de disfrutar a los mejores exponentes a nivel mundial, adherirse a sus causas mientras pasa por ahí un Messi o un Cristiano Ronaldo, pero sin decirse fanáticos de esos equipos.
Hay aficionados de toda la vida, los que se quedan, llegue quien llegue, se vaya el que se vaya, que le van a su equipo 'aunque gane'. Esos aficionados son los 'Lobos grises' o pingüinos, fieles hasta la muerte, monogámicos.
Pero lo más común a nivel global actualmente es que, por ejemplo, un aficionado colombiano sea del Nacional de su Medellín querido, pero al mismo tiempo se sienta del Barcelona en España, del Manchester United en Inglaterra, de la Juventus en Italia, del Dortmund en Alemania y ahora, del PSG en Francia. Ese aficionado es el 'Mil amores'.
Ya no es un pecado dejar un equipo por otro. Hay aficionados de jugadores y vuelan con ellos a donde se muevan. Como ahora pasará con Messi. Esos son aficionados 'Monarca', porque por naturaleza como las mariposas, migran de país en país, de club en club.