Luka Modric, mediocampista de Croacia, no quiso desvelar este lunes, después de que su selección esté prácticamente eliminada de la Eurocopa tras empatar ante Italia (1-1) si dejará el combinado balcánico después de dieciocho años vistiendo la camiseta de su país.
Casi entre lágrimas por un empate cruel, el de Italia en el minuto 98 que prácticamente le arrebató a su equipo el billete para octavos de final de la Eurocopa, Modric contestó de forma escueta a una pregunta sobre si el choque frente al cuadro transalpino fue el último que jugará con Croacia: "Ya veremos, no es momento para esas historias", declaró.
"El fútbol a veces es cruel. Se volvió a demostrar, pero bueno, es lo que hay. No merecíamos ese gol, no sé de dónde se sacó el árbitro ocho minutos de prolongación. Hay que perder a veces, pero no es un consuelo. El fútbol es cruel, ha quedado demostrado", insistió.
Modric, elegido hombre del partido por la UEFA, señaló que en la Eurocopa no le salió nada bien a su equipo. Ni siquiera en los partidos de otros grupos en los que Croacia podía sobrevivir en la competición con marcadores favorables. "Es que ayer era necesario un punto entre Escocia y Hungría y volvieron a marcar en el minuto 99. Hoy en el 98. El destino no estaba con nosotros, concluyó.