El capitán Giorgio Chiellini regresó este viernes al centro de la defensa de Italia y formó una zaga granítica junto a Leonardo Bonucci, anuló por completo a Romelu Lukaku y levantó un muro para defender el 2-1 "azzurro" contra Bélgica y enviar a su equipo a las semifinales de la Eurocopa, en la que le espera España.
El veterano defensa italiano, que se encuentra sin equipo desde este jueves, aunque renovará en las próximas semanas su contrato con el Juventus, dio muestras este viernes de su liderazgo, su habilidad en el marcaje y su carácter a la hora de guiar a sus compañeros en los últimos minutos, cuando Bélgica apretaba con todo en busca de la igualada.
La Italia de Roberto Mancini dio muestras en Múnich de su capacidad a la hora de mover el balón con calidad en todas las zonas del campo, liderada por Jorge Frello "Jorginho" y Marco Verratti, pero también enseñó su cara más tradicional, la de un equipo que forjó su palmarés, con cuatro Copas del Mundo y una Eurocopa, a base de organización defensiva.
Nicoló Barella le dio ventaja a la media hora y un cuarto de hora después Lorenzo Insigne anotó un golazo espectacular para el 2-0 que disparó el entusiasmo italiano e hizo creer en algunos momentos que este partido ante Bélgica, número 1 del ránking FIFA, hasta podía ser fácil.
No lo fue e Italia se dio cuenta enseguida porque, pese a un partido hasta ese momento perfecto a nivel defensivo, una gran jugada de Jeremy Doku acabó con un penalti por un empujón de Giovanni di Lorenzo.
Lukaku, hasta ese momento anulado, transformó con seguridad y devolvió opciones a Bélgica de cara a la reanudación.
Italia siguió tocando en la segunda mitad, pero en los últimos minutos necesitó encerrarse en defensa para contener el empuje final de los hombres de Roberto Martínez.
Fue entonces cuando los "azzurri" formaron dos líneas defensivas compactas, lideradas por Bonucci y Chiellini, quien repelió al menos tres balones altos peligrosos para mantener un 2-1 que envió a Italia a Wembley para jugar las semifinales.
Los de Mancini, que ya jugaron los octavos de final contra Austria en el coliseo inglés, se enfrentarán a España en busca de un billete para la final.
Italia ha vuelto a soñar con unas "noches mágicas" después de cinco años lejos de las grandes vitrinas y su ausencia en el Mundial de Rusia 2018.
La máquina de Mancini, que ganó todos sus partidos hasta ahora disputados en la Eurocopa, sigue ofreciendo un fútbol atractivo y a eso añadió este viernes una nueva prueba de su solidez defensiva.
Tratará de seguir fiel al estilo en el que trabajó Mancini para alimentar su sueño de llegar hasta la final y poner sus manos en la que sería la segunda Eurocopa de su historia.
La expedición "azzurra" regresará ahora al centro técnico de Coverciano para empezar la preparación del duelo contra el equipo de Luis Enrique.