Luis Enrique ya tiene a su España a un paso de la final de la Eurocopa. El objetivo que se marcó, de primeras, cuando hace dos años y diez meses debutó como seleccionador, en el mismo escenario en el que este martes se enfrentará a Italia en un nuevo episodio de la rivalidad entre ambos equipos y que espera, el técnico, sea un partido "muy difícil. Tanto Italia como España buscaremos la victoria y será un placer jugar contra ellos".
La nueva versión de la azzurra, su paso adelante, su búsqueda del balón, no es un aspecto que le resulte especialmente preocupante al seleccionador español, quien recordó que "nosotros somos líderes en este sentido aunque sabemos que ellos también pueden hacer uso y disfrute del balón. Esa será la primera batalla. Pueden jugar sin balón, pero están más cómodos con él. Nosotros nos podemos adaptar a otra cosa, pero preferimos tener la posesión de balón".
"Tendremos que defender más, lo sabemos, pero nos tenemos que adaptar at odas las circunstancias. Yo hasta que no vea a un equipo que nos quita el balón jugaremos igual, aunque también tenemos un plan B, que no tiene nada que ver con cambios de sistemas" alertó, al ser preguntado por las variaciones que pudieran existir en el partido, para el que, aseguró, todos sus jugadores "excepto Sarabia" están preparados.
"Que seamos una selección inexperta no quiere decir que nuestros jugadores no tengan experiencia, porque están en grandes clubs y acostumbrados a este tipo de partidos" sentenció Luis Enrique, conviniendo que en el equipo "tenemos a Joaquín Valdés, el psicólogo, para comentar con los jugadores la importancia de llegar a estos partidos con la motivación justa y necesaria. Ya nos ha pasado en el último partido de la fase de grupos, los octavos y los cuartos de final".
"Cuando llegas a unas semifinales cualquier cansancio desaparece. Menos Sarabia todos están con muchas ganas y bien para jugar. Es cierto que no somos una selección experta pero tenemos un objetivo muy atractivo por delante y estamos preparados al cien por cien" reveló, rechazando que el hambre que pueda tener su plantilla sea especial.
"Desde que estoy, siempre he visto a los jugadores que han venido con ilusión y ganas de hacerse un hueco en el equipo y aquí, ahora, cualquiera tiene la misma ambición, no se trata de hambre, se trata de las ganas por ganar" explicó, admitiendo que siendo "un líder, eso está claro", son los futbolistas los responsables definitivos de los resultados porque "ellos son los importantes. Lo difícil es marcar goles, presionar bien... Si alcanzamos la final, sería mérito de ellos" destacó.
"Es un placer jugar contra Italia", repitió Luis Enrique, quien se sonrió cuando se le recordó su episodio con Tassotti en el Mundial de 1994, cuando el defensa italiano le rompió la nariz en un partido de cuartos de final. "Hace tantos años que pasó lo de Tassotti...Creo que hasta me quedó la nariz mejor", refirió, rechazando cualquier enemistad, al contrario: "He podido hablar con él tres o cuatro veces durante estos años y me encontré con una buena persona, un tipo honesto. A los dos nos hubiese gustado que aquel momento fuese diferente, pero no pasa nada. Este es un partido muy bonito y el restoqueda en la historia futbolística".
"Si ganamos será una gran noticia para nosotros, pero si vence Italia de manera justa les apoyaré en la final", reconoció Luis Enrique, dando cuenta del buen recuerdo que mantiene de su paso por el banquillo de la Roma y de la "ilusión" con que saludará a Danielle de Rossi, ex jugador suyo en el club italiano y hoy miembro del cuerpo técnico de Mancini.