Tras la dura derrota de Benfica ante Sporting Lisboa, Nicolás Otamendi rompió el silencio sobre la polémica que se generó por sus viajes a Argentina.
El capitán de las Águilas disputó los 90 minutos en el Estadio José Alvalade, donde fue amonestado y su equipo perdió la punta de la Primeira Liga a manos de Sporting y Porto. Y tras el encuentro, fue consultado por la controversia de los últimos días, en los que viajó dos veces a su país: por la fiesta de 15 de su hija y por Navidad, como Ángel Di María.
"Estamos hablando de fútbol. En vez de enfocarse en la familia y los viajes de cada uno, hay que mentalizarse más en el arbitraje, que cuando el partido estaba parado, adicionó seis minutos, y se quedó corto con las adiciones. Tenemos que seguir. Nuestra mentalidad es seguir partido tras partido y tratar de hacer las cosas bien la próxima", indicó el futbolista de la Selección Argentina.
Y analizó el derbi, lamentando el rendimiento de su equipo en la etapa inicial y las chances de gol desperdiciadas: "Quizás regalamos el primer tiempo. El segundo tiempo fue un partido más dominante, más de presión y de intentar buscar el resultado. Nos quedamos con el sabor amargo de que el resultado habría sido diferente si la pelota hubiese entrado, pero lamentablemente no se dio".
"Si ganábamos, nuestra mentalidad iba a ser la misma: seguir partido a partido intentando seguir sumando. Hoy no se dio, pero ahora pensamos en el próximo partido, en el próximo año, y nos mentalizamos en que el campeonato es largo y de manera positiva", concluyó Ota.