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Aplazar la Euro por 12 meses fue fácil, pero completar la Champions y Europa League será un enorme reto

Aplazar la Eurocopa 2020 por 12 meses y reprogramar el torneo para los meses de junio y julio del próximo año fue la parte fácil de resolver para la UEFA. Conseguir una forma de llevar a cabo la Champions League y Europa League de esta temporada, en medio de la actual crisis causada por el Coronavirus, implica un reto mucho mayor y los hinchas deben prepararse ante la posibilidad de que la pandemia obligue a que ambas competiciones queden desiertas, producto de la imposibilidad de completar su calendario.

Se trata de una posibilidad nefasta; sin embargo, varias fuentes han indicado a ESPN que existen muchos obstáculos que podrían dificultar la celebración de partidos de Champions y Europa League, al punto de requerir un esfuerzo colosal de todas las partes involucradas (clubes, televisoras, Federaciones y gobiernos) con el fin de trazar un camino entre todo el caos e incertidumbre que ha afectado a todos los niveles de la sociedad, como consecuencia de la epidemia del COVID-19.

En la jornada del martes, una videoconferencia en la cual participaron 55 de las Federaciones nacionales que forman parte de la UEFA concluyó rápidamente con el aplazamiento de la Eurocopa 2020. Esta decisión ha permitido a la UEFA liberar espacio dentro del calendario para la reanudación de ligas locales y competiciones de clubes europeos, para llegar a una conclusión satisfactoria durante los meses de junio y julio próximos.

No obstante, resolver la actual crisis del fútbol no es tan sencillo como crear fechas en el calendario de fixtures; razón por la cual la UEFA ha creado un grupo de trabajo, del cual forman parte las distintas ligas y la Asociación de Clubes Europeos (ECA, por sus siglas en inglés) para "examinar las soluciones del calendario que permitan completar la temporada actual y cualquier otra consecuencia de las decisiones adoptadas hoy".

Existen muchos temas a resolver y todos son complejos.

Obviamente que el obstáculo principal sigue siendo la presencia del Coronavirus y por cuánto tiempo éste tendrá a la sociedad de rodillas. Todas las discusiones que sostendrá la UEFA durante los días y semanas por venir serán rehenes de la propagación y efectos de la pandemia.

Si la calamidad sigue obligando a los países al cierre de sus actividades, no existirá posibilidad alguna de poder jugar al fútbol.

Actualmente, nos encontramos a mediados del mes de marzo e Italia, Francia, Noruega y España están sometidas al confinamiento total. Asimismo, el Reino Unido ha instruido a sus ciudadanos a permanecer en sus residencias, instando a los adultos mayores de 70 años y otros grupos considerados como vulnerables a permanecer en aislamiento voluntario por un periodo de 12 semanas, contadas a partir de este fin de semana.

De mantenerse estas instrucciones y obligar a la gente a quedarse en casa por 12 semanas, no sería hasta mediados de junio cuando podríamos tener una fecha en la cual se considere que es seguro comenzar a retomar la normalidad; por ende, son evidentes los retos que enfrenta la UEFA como parte de esta crisis.

En resumidas cuentas, la UEFA podría quedarse sin margen de tiempo para lograr la reanudación de sus competiciones de clubes y mucho menos, tendría formas de hacer que lleguen a una conclusión.

Incluso, si la crisis comienza a mitigarse, existen numerosos problemas adicionales que deben resolverse antes de retomar la acción de la Champions y Europa League.

Una fuente vinculada a la UEFA indicó a ESPN que un tema obvio sería la logística de viajes entre países, una vez pueda reanudarse la acción futbolística, si es posible hacerlo.

Todos los países de Europa se encuentran viviendo etapas distintas de su propia crisis del Coronavirus. ¿Habrá alguno capaz de superarla antes que otro? Y si es así, ¿podrán sus ciudadanos viajar a una nación que aún lidie con la pandemia?

Por ejemplo, si el Atlético de Madrid clasifica para jugar contra el RB Leipzig, ¿se permitirá la entrada del plantel colchonero a Alemania sin que los jugadores queden bajo confinamiento previo? ¿Podrían volver a España sin verse sometidos a una nueva cuarentena?

Actualmente, la mayoría de los países han impuesto prohibiciones a los viajes de sus ciudadanos y los vuelos se encuentran paralizados. Fuentes ligadas a la UEFA han comentado a ESPN que se trata de un tema importante que podría imposibilitar la escenificación de encuentros futbolísticos, porque no existen garantías de que dichas prohibiciones levanten se rápidamente una vez disminuida la pandemia, o de cuándo podría ceder.

Asimismo, lo anterior es un factor que haría poco viable la tesis de celebrar partidos de eliminación directa en canchas neutrales. La idea de que un país sirva de anfitrión a clubes provenientes de dos países diferentes podría ser imposible de llevar a la práctica durante varios meses, tal como se encuentra la situación actualmente.

Sin embargo, seamos optimistas por un momento para sugerir que, en cuestión de un mes, la pandemia habrá cedido lo suficiente para reanudar la acción del balompié, aunque sea a puerta cerrada.

Evidentemente, se trata de un escenario prometedor considerando la situación actual; sin embargo, de lograr reanudar los partidos a finales de abril o principios de mayo, aún tendríamos muchos aspectos futbolísticos a resolver.

Debido a la escasez de tiempo para jugar el resto de las competiciones, varias fuentes han indicado a ESPN que la solución más probable sería la escenificación de partidos de eliminación simple. No obstante, nos encontramos en octavos de final de ambas competiciones, lo que significa que la UEFA debe solucionar lo relativo a disputar cuatro rondas, incluyendo las finales.

Si los cuartos de final y semifinales deben decidirse en un lapso de 90 minutos, los clubes y televisoras deberán asumir la pérdida de dividendos financieros provocada por la reducción de fechas.

Adicionalmente, los clubes participantes deberán aceptar que corren el peligro de jugar lejos de casa (lo cual les colocaría en desventaja significativa) a menos de que se pueda conseguir una plaza neutral para cada etapa.

La posibilidad de jugar semifinales y la gran final en un lapso de dos fines de semana en una especie de "mini torneo" ha sido planteada como solución, tal como ESPN ha informado previamente. La "final four" de la Champions League se celebraría en Estambul, mientras que la Europa League se decidiría en Gdansk, sedes originales de las finales de ambas competiciones para esta temporada.

Entonces, ¿estarían los gobiernos de Turquía y Polonia preparados para permitir la llegada de hinchas de cuatro equipos, tentativamente de cuatro países distintos de Europa, a Estambul y Gdansk, respectivamente, apenas semanas después de que estas naciones confinaron a sus ciudadanos?

En pocas palabras: la UEFA se enfrenta a una pesadilla logística con el fin de que ambos torneos lleguen a la meta y los problemas más importantes no tienen nada que ver con lo deportivo.

Existe la intención de conseguir una solución, pero acechan algunos retos que podrían ser invencibles.