ESPN te presenta las historias más sensacionales en el cierre del mercado de fichajes a lo largo de la historia.
Cierre del mercado de fichajes: cinco palabras que conjuran imágenes de caos, intentos frenéticos de arreglar papeleo, jugadores y técnicos desesperados y ansiosos por concretar una transacción, y los hinchas a la espera de noticias de una confirmación de última hora, o un traspiés que hizo que su club se perdiera de un fichaje clave. Drama en estado puro.
A pesar de que la mayoría de las operaciones importantes se producen sin mayores contratiempos, tales como las llegadas de Lionel Messi al Paris Saint-Germain y de Cristiano Ronaldo al Manchester United, siempre existe la posibilidad de que se produzcan momentos electrizantes en el ultimísimo minuto. Solo hay que ver el sorprendente regreso de Antoine Griezmann al Atletico Madrid cedido por el Barcelona, pocos momentos antes de producirse el límite de las 6 p.m. del martes en el Este de Estados Unidos, 11 p.m. en Inglaterra.
La fecha de cierre de la ventana de fichajes siempre es un día que garantiza tensión y emociones fuertes. Por eso, los periodistas de ESPN han repasado sus libretas de apuntes para recordar las historias más dramáticas y sensacionales de fechas de cierre anteriores, en las que participaron los clubes más importantes y los futbolistas más caros del mundo.
Mbappé dice al Mónaco: “Tú no decides donde voy a jugar”
Corría el mes de agosto de 2017. Kylian Mbappé es la nueva sensación del fútbol francés, deseado por todos los grandes clubes de Europa después de una temporada fantástica (26 goles, 14 asistencias en todas las competiciones vistiendo la camiseta del AS Monaco). Sin embargo, el joven de 18 años estaba contento en el Mónaco, club con el que acababa de alzar el título de Ligue 1.
Para seguir madurando como jugador, Mbappé prefería permanecer otra temporada en el sur de Francia y jugar en Champions League bajo las órdenes de Leonardo Jardim, para después fichar por un club más grande. Lo ideal para Mbappé era fichar por el Real Madrid.
A pesar de haberse reunido con el presidente del PSG Nasser Al-Khelaifi, el líder madridista Florentino Pérez y los históricos técnicos Pep Guardiola (recién llegado al Manchester City) y Arsene Wenger (quien se acercaba al final de su etapa en el Arsenal), Mbappé le dijo a su club que se quedaba en Mónaco, creyendo que eso pondría punto final a su incertidumbre veraniega. Sin embargo, el problema era que el Mónaco tenía otras ideas. El club quería rentabilizar a su niño prodigio en lo económico, llegando a un acuerdo con el Real Madrid por su pase, valorado en €180 millones. Posteriormente, el club informó al artillero parisino que había aceptado la oferta, enviándolo al Santiago Bernabéu.
La situación generó fuertes tensiones dentro del club monegasco. Mbappé se sentía molesto ante el hecho que el Mónaco quería forzar su partida y elegir su próximo club por él. El parisino se negó a fichar por el Real Madrid; por el contrario, deseaba fichar por el PSG, equipo que mantuvo contacto con él y sus familiares durante todo el verano. “Tú no decides donde voy a jugar. Yo soy el único que decide”, les dijo a los altos ejecutivos del Mónaco.
El panorama se hizo aún más tenso, ya que el Mónaco no se sentía dispuesto a dejarle partir a un competidor directo por el título de Ligue 1. Mbappé chocó con su entrenador Jardim y el presidente del club, se negó a jugar. Finalmente, en la mañana del 31 de agosto, los dos clubes franceses acordaron su transferencia por un valor máximo de €180 millones. La estructura de la transacción fue complicada: se planteó como cesión por un año con la obligación de ficharlo permanentemente por €145 millones, pagados en dos cuotas de €90 millones y €55 millones, respectivamente; aparte de €35 millones extras si Mbappé dejaba el París antes de concluir su contrato por cinco años, o si extendía su permanencia en el club del Parc des Princes.
A las 7 p.m. hora local en la fecha de cierre del mercado, a pocas horas antes de finalizar la ventana de traspasos, Mbappé finalmente firmó su contrato y se convirtió en jugador del PSG. –
El Manchester United se adelanta en la puja por Rooney
Wayne Rooney se sentía dispuesto a dejar el Everton en el verano de 2003; sin embargo, después de permanecer en Goodinson Park por otro año y ser la figura de la Selección de Inglaterra en la Eurocopa 2004, el artillero tomó su decisión definitiva.
Apenas tenía 18 años. Rooney se reunió con el entonces director técnico del Everton, David Moyes, para explicar su decisión. Sin embargo, se le informó que tendría que formalizar su petición de transferencia si deseaba dejar de ser un Toffee. Rooney no tardó en dirigirse al comedor y escribir el documento en una simple hoja de papel.
El Everton necesitaba dinero y estaba dispuesto a que Rooney negociara con el Chelsea, que ofrecía el pase más cuantioso. A pesar de ello, el goleador sólo quería ir a Old Trafford. Al inicio, el Manchester United quería esperar para fichar a Rooney en el verano de 2005; sin embargo, el deseo del jugador de cambiar de equipo los obligó a moverse rápidamente, después que Rooney y Everton iniciaron conversaciones con el Newcastle.
Había un principio de acuerdo para que Wayne Rooney jugara la campaña 2004-05 bajo las ordenes del técnico del Newcastle Sir Bobby Robson en St. James’ Park, para después partir al United, si éste último pagaba su cláusula de rescisión. Cuando Sir Alex Ferguson se enteró de la situación, persuadió a la directiva para adelantar sus planes. En plena fecha límite del mercado en 2004, el United concretó una transacción valorada en £20 millones, con £7 millones en bonos para convertir a Rooney en el adolescente más costoso de la historia del fútbol inglés.
El fallido pase de David De Gea al Real Madrid
Las directivas del Manchester United y el Real Madrid siguen disputándose quién tuvo la culpa por el fracasado intento de traspasar al portero David de Gea desde Old Trafford al Santiago Bernabéu en la fecha de cierre del mercado de 2015.
Temiendo que De Gea estuviese distraído tras un verano de especulaciones sobre un tentativo traspaso a LaLiga, el técnico del United, Louis van Gaal, dejó en el banquillo a su guardameta (a quien le faltaba un año de vigencia en su contrato) durante los seis primeros partidos de la temporada. Sin embargo, no fue hasta la mañana de la fecha límite que el Real Madrid inició conversaciones relativas a la posibilidad de firmar al cancerbero español. El United accedió a traspasarlo solo si recibía a cambio a Keylor Navas. Justo después del almuerzo, ambas partes definieron una transacción valorada en £29.5 millones, con Navas presto a partir a Old Trafford. A pesar de todo, la transferencia se cayó en el último minuto.
El Real Madrid acusó al Manchester United de enviar el papeleo demasiado tarde debido a fallas en el fax, aunque el equipo inglés insiste que fueron los gigantes del fútbol español los causantes de la demora al enviar los datos del pasaporte costarricense de Navas, en vez de sus documentos españoles. Eso implicó que Keylor no pudiera abordar a tiempo un avión rumbo a Manchester para someterse a su reconocimiento físico.
El United creyó que el Real Madrid comenzó a dudar en ese momento y sabía que la transacción se caería antes de que surgiera el problema del fax. Tras el fracaso de la operación, ambos clubes emitieron comunicados a la mañana siguiente culpándose mutuamente. A la semana siguiente, De Gea firmó un nuevo contrato que lo mantendría a largo plazo en Old Trafford y tres años después, el Real Madrid finalmente pasó la página fichando al belga Thibaut Courtois, proveniente del Chelsea.
¡Bienvenido, Robinho! La nueva era del Manchester City comienza a lo grande
1º de septiembre de 2008. No habíamos vivido una fecha de cierre de mercado como ésta, con el mundo del fútbol puesto de cabeza gracias a la adquisición del Manchester City por el Jeque Mansour bin Zayed al Nayhan, valorada en £210 millones. Futbolistas abordaban aviones sin estar conscientes de cuál sería su nuevo club; junto a las caóticas escenas en el Etihad Stadium, donde estuvieron a punto de hacer una oferta por el entonces jugador del Barcelona, Lionel Messi.
El día arrancó con los acercamientos del Chelsea para fichar al delantero Robinho, entonces ficha del Real Madrid; y las expectativas del Manchester United para conseguir al artillero búlgaro Dimitar Berbatov, pagando £27 millones al Tottenham. A pesar de ello, la entrada en escena del Jeque Mansour cambió todo. Pensemos por un momento en Vedran Corluka, defensor del City e internacional con la selección de Croacia, quien selló su pase al Tottenham por £8.5 millones una hora antes de que el Jeque Mansour asumiera el mando.
El Manchester City estaba tan desesperado por recaudar dinero durante el mandato del propietario Thaksin Shinawatra que Corluka debió salir del equipo, en caso de que Jeque Mansour abandonase sus intentos de adquirir el club. Sin embargo, al mediodía, el City acababa de transformarse en un club presto a echar un pulso con el poderío y riqueza de Chelsea y United, pujando por los jugadores más cotizados del mercado y dispuesto a hacer una significativa declaración de intenciones.
Súbitamente, el City se movió para intentar superar al United en sus intentos por fichar a Berbatov, ofreciéndole a los Spurs £30 millones por el pase del goleador búlgaro. Cuando el jugador abordó un avión para viajar de London a Manchester a primeras horas de la tarde, nadie tenía certezas de si se dirigía a Old Trafford o al Etihad. Sin embargo, el propio Berbatov no tenía dudas. “Mi agente me dijo: ‘El Manchester City está interesado en nosotros’, pero le contesté: ‘Hombre, por favor. Tú sabes adónde quiero ir, a un solo sitio’”, expresó Berbatov al canal del club MUTV.
El United insistió en concretar la operación, a pesar de que los Spurs intentaron enfadados llamar al ejecutivo en jefe de los Red Devils David Gill, afirmando que sólo le habían dado permiso al City para conversar con Berbatov y no al United.
“A pesar de todo el ruido y las especulaciones a las afueras de Old Trafford; de hecho, todo fue muy tranquilo dentro de las oficinas del club”, expresó un alto personero del United a ESPN. “Finalizábamos con el papeleo, viendo todo lo demás desde la distancia. De hecho, me puse a ver varios capítulos de [la serie de comedia] ‘Frasier’ en mi oficina mientras se preparaban las formalidades; sin embargo, nuestros hinchas sentían pánico ante la idea de que el City nos venciera y fichara al jugador”.
Tras habérsele informado al Manchester City que Berbatov sólo quería fichar por el United, equipo que ahora tendría que pagar £30.75 millones por su pase, el club con sede en el Etihad cambió de objetivo. Ahora, intentaría sabotear la operación en la que el Chelsea ficharía al astro brasileño Robinho, no sin antes de que saliera a relucir el nombre de otro futbolista.
“Surgieron toda clase de ofertas a última hora”, expresó una fuente vinculada con el City a ESPN. “Los dueños querían hacer una gran demostración de que iban en serio; por ello, se mencionaron muchos nombres y jugadores. En un momento, un alto ejecutivo dijo: ‘Esto se pone desastroso’ (‘This is getting messy’ en inglés), un empleado lo escuchó y se apresuró a preparar un fax para enviar al Barcelona con una oferta por Lionel Messi. ¡Rectificaron justo antes de enviar el fax!”
A las 8 p.m., hora local en el Reino Unido, el City formalizó sus intentos de fichar a Robinho, superando económicamente al Chelsea para pagar £32.5 millones por el pase del delantero, cifra récord para aquel entonces en el fútbol inglés. Robinho se dirigió al aeropuerto, declarando a los periodistas que estaba “encantado de aceptar la propuesta del Chelsea”, antes de que se le corrigiera, informándole de su verdadero destino. “Sí, del Manchester. Disculpen”, expresó.
Sin embargo, faltaba por desarrollarse un giro en la trama de un día alocado. Tal como lo cuenta un alto personero del United: “Fraizer Cambpell, uno de nuestros jóvenes artilleros, se dirigía al Hull City para completar su pase. Sin embargo, después de pasar tanto tiempo negociando por Berbatov, el Tottenham se dio cuenta de que necesitaban un sustituto y que no lo tenían”, expresó. “Por eso, Frazier giró el auto drásticamente para llegar a las oficinas del Tottenham”.
Zlatan Ibrahimovic llega a la Juventus en 2004
Durante todo el verano, Zlatan Ibrahimovic intentó concretar su salida del Ajax. Pero el club holandés no estaba dispuesto a ceder. Por eso Ibrahimovic, ante la petición del director deportivo de la Juve, “comenzó una guerra” interna, según lo recuerda Mino Raiola, agente del astro sueco. Zlatan comenzó a ausentarse de los entrenamientos y entró en disputa con el mediocampista Rafael van der Vaart.
A pesar de ello, el Ajax no cambiaba de opinión. El club exigía €20 millones por el pase del internacional de la Slección de Suecia, mientras que la oferta de la Juve llegaba a €12 millones. Raiola instruyó a Zlatan que mantuviera su “guerra” con el club (en aquel momento, el Ajax recibió ofertas más lucrativas por parte de Lyon y Roma), ya que sólo quería vestir la camiseta de la Juve. La respuesta del equipo neerlandés fue que preferían que Ibrahimovic no volviese a jugar con el club, en vez de que él forzara su pase a cambio de una propuesta económica menor.
Se desarrolló un clásico juego de la gallina a medida que el reloj se acercaba a la hora límite. ¿Quién cedería primero? El acuerdo se cerró en las últimas horas de la ventana de fichajes, con ambos clubes llegando a un punto medio por su pase, valorándolo en €16 millones. Zlatan se marchó de Ámsterdam. Sin embargo, el destino los volvió a encontrar dos semanas después, cuando ambos clubes quedaron enfrentados en el sorteo de Champions League.
¿Aló, Fellaini? La locura del primer cierre de mercado de Woodward en el United
“Fue una película de horror absoluto”, fue la respuesta de una fuente del Manchester United cuando ESPN le pidió que recordara el último día de la primera ventana de Ed Woodward a cargo de las transferencias del club, en agosto de 2013. “Ed creía que podría fichar a Cristiano Ronaldo, Gareth Bale o Cesc Fabregas. Por el contrario, se quedó con los servicios [del mediocentro belga] Marouane Fellaini, tres minutos antes del cierre del mercado”.
Durante el verano de 2013, se desató la tormenta perfecta en Old Trafford. Sir Alex Ferguson acababa de retirarse y el veterano ejecutivo jefe David Gill decidió dimitir, dejando a David Moyes como director técnico y a Woodward como sustituto de Gill. Woodward quería concretar un fichaje importante, como demostración de su capacidad para atraer a los mejores futbolistas y darle a Moyes una estrella. Sin embargo, la inexperiencia de Woodward y la cautela de Moyes en el mercado de fichajes tuvieron como consecuencia que el United perdiera un tiempo muy valioso en sus negociaciones para asegurar fichajes de fantasía.
Fábregas mantuvo al United en vilo por un mes hasta renovar con el Barcelona, mientras que Ronaldo Nazario intentó una táctica similar antes de concretar su nuevo pacto con el Real Madrid. Por su parte, Bale quería dejar el Tottenham para llegar a la Casa Blanca. A pesar de ello, Woodward creía tener un as bajo la manga.
“Ed quería que David Beckham intercediera por nosotros”, comentó a ESPN una fuente vinculada al United. “Pero David también tiene estrechos nexos con el Madrid; por eso, su gente se aseguró de mantenerlo bien alejado de esa idea en particular”.
Tras haber abandonado la gira de verano del Manchester United a mediados de julio para atender “asuntos urgentes sobre traspasos”, Woodward no había sido capaz de formalizar un solo fichaje a la llegada de la fecha de cierre del mercado, mientras se caían las operaciones relacionadas al mediocampista Daniele De Rossi y el defensor Leighton Baines. Por eso, con el reloj corriendo, el United se hizo con los servicios de Fellaini, entonces volante del Everton, en los minutos finales de la ventana de pases por £27.5 millones, a pesar de que el jugador estaba disponible por £23.5 millones hace menos de un mes, debido a la cláusula de rescisión incluida en su contrato con el Everton.
Un intento tardío por el pase del zaguero del Real Madrid Fabio Coentrao, se cayó debido a los fallidos intentos por completar la documentación a tiempo. Esto tuvo como consecuencia que el United solo pudiera ostentar en flamante fichaje en un verano que presagiaba la llegada de una constelación de estrellas. –
Ronaldo pasa del Inter al Real Madrid en 2002
Ronaldo acababa de volver a la actividad tras sufrir dos graves lesiones de rodillas tras liderar a la selección de Brasil para alcanzar la victoria en el Mundial de Corea/Japón 2002 y llamar la atención del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez quien, tras haber fichado a los creadores Zinedine Zidane y Luis Figo en los dos veranos anteriores, quería ufanarse de otro fichaje galáctico.
Ronaldo venía de una disputa con el entonces técnico del Inter, Héctor Cúper, y los intentos fallidos del presidente Nerazzurro Massimo Moratti de zanjar el asunto. Pero Moratti no estaba dispuesto a ceder ante las presiones para transferirlo. El Inter debía conseguir un sustituto para proceder a la operación, y el Madrid tendría que ofrecer una seria cantidad de dinero, o tal como lo dijo un directivo del Inter: “Tuvieron que vender su ciudad deportiva para comprar a Zidane, para fichar a Ronaldo, tenían que vender el propio estadio Santiago Bernabéu”.
Con el cierre de inscripciones en Champions previsto para la medianoche del 31 de agosto, Moratti había afirmado en la víspera que habían 99% de probabilidades de que “O Fenomeno” permaneciera en el club italiano. El Inter recibió una cotización de €40 millones por su reemplazo y las ofertas del Madrid eran sumamente bajas. No obstante, el Inter recibió en horas de la madrugada una oferta por €46 millones que fue aceptada por el club, dependiendo de si aseguraban los servicios del artillero argentino Hernán Crespo, entonces ficha de la Lazio. Como era de esperarse, a la mañana siguiente el Inter concretó el pase de Crespo (por €26 millones y el delantero italiano Bernardo Corradi).
Ronaldo esperaba en la oficina de Moratti para firmar el papeleo. Y esperó. Y esperó un poco más.
¿Qué pasaba? Que Corradi retenía la operación. Transcurrieron las horas y el fichaje se formalizó faltando poco para el cierre del mercado, accediendo a su pase a la Lazio y liberando a Crespo para su partida al Inter, y a Ronaldo para llegar al Madrid.
El Liverpool pierde al “Niño” Torres, fichando a Suárez y Carroll
El 31 de enero de 2011 fue el día de la historia de tres delanteros: Fernando Torres, Andy Carroll y Luis Suarez.
“El Niño”, tras sentirse frustrado en el Liverpool, buscaba salir de Anfield a pesar de haberse convertido en gran favorito de la hinchada tras su llegada en 2007, proveniente del Atlético de Madrid. Finalmente, el Chelsea sellaría el pase de Torres por £50 millones en los minutos finales del mercado; imponiendo una nueva marca para convertirlo en el jugador más caro de la Premier League en aquel entonces. Si bien el pase se produjo a última hora, sólo se demoró mientras esperaban que el Liverpool encontrara un sustituto para el internacional de la Selección de España con lo recaudado con su venta.
Suárez llegó proveniente del Ajax a primeras horas de la noche en una transacción valorada en £22.7 millones. No obstante, se consideraba que el fichaje del uruguayo era una apuesta arriesgada tras una parada controversial por la Eredivisie holandesa, durante la cual debió cumplir una suspensión por siete partidos por haber mordido dos meses antes al delantero del PSV Eindhoven, Otman Bakkal. Carroll, el otro fichaje de los Reds, era considerado su inversión a largo plazo, convirtiéndose en el jugador inglés más costoso de todos los tiempos tras dejar el Newcastle, club de su localidad, por un pase valorado en £35 millones.
Perder a Torres fue considerado por muchos hinchas del Liverpool como un fuerte golpe; sin embargo, el delantero español pasó cuatro años miserables en Stamford Bridge, luego de vivir sus mejores temporadas en Anfield. Por su parte, Carroll también tuvo dificultades para justificar su cuantioso pase, marcando apenas 11 goles en 58 partidos antes de ser enviado al West Ham 18 meses después.
Mientras tanto, el fichaje del “Pistolero” Suárez fue un gran éxito, a pesar de que la controversia le acompañó durante sus tres años vistiendo la camiseta del Liverpool, marcando 82 tantos en 133 encuentros antes de partir rumbo al Barcelona en 2014 por £65 millones.
Diego Milito pasa del Zaragoza al Genoa, 2008
En 2008, el mercado de pases de la Serie A italiana cerraba a las 7 p.m. hora local del 1º de septiembre. Para ser más precisos: las puertas de la oficina provisional armada por la liga en un hotel que servía de sede a los últimos días del mercado de pases cerraban a las 7 p.m. O estabas dentro, o estabas afuera.
Pocos minutos antes de la hora clave, los directivos del Genoa esperaban a las afueras del hotel que se produjera un pequeño milagro: la llegada de un fax proveniente de las oficinas del Zaragoza confirmando la transacción que marcaría el regreso del artillero Diego Milito.
Milito fue la gran figura de la campaña en la que el Genoa concretó su ascenso a la Serie A tres años antes. A pesar de ello, el club debió desprenderse de los servicios del jugador tras una investigación por amaño de partidos que anuló la promoción del Genoa. Ahora, el argentino quería volver a Italia, rechazando una oferta del Tottenham.
El fax llegó a las 6:55 p.m. y los agentes de Milito corrieron a la oficina de la Serie A para inscribirlo. Sin embargo, el sitio había cerrado cuando llegaron al lugar. Los directivos del club estaban adentro, haciendo fila para inscribir a sus jugadores recién fichados. Varios oficiales de seguridad bloqueaban la puerta. Pensando con agilidad, consciente de que la “oficina” era apenas un cubículo sin techo, el agente Federico Pastorello lanzó los papeles sobre la pared, precisamente a las 7:02 p.m. Afortunadamente para él, los directivos del Genoa hacían fila esperando recibirlo. Pastorello fue multado posteriormente. De todos modos, la transacción se formalizó.
Dos años después, Milito lideró al Inter hasta alcanzar el memorable Triplete de títulos de Serie A, Coppa Italia y Champions bajo las órdenes de Jose Mourinho.