PARÍS - Las respectivas formas en las cuales regresaron tanto Neymar como Kylian Mbappé al París Saint-Germain luego de participar en el Mundial dicen muchísimo de la manera en la cual serán vistos durante la presente campaña.
Neymar, el futbolista más costoso del mundo, se unió a sus compañeros en China para participar en el Trophee des Champions contra el AS Mónaco. Sin embargo, no hubo bienvenida de héroe para el brasileño. De hecho, todo fue discreción y tranquilidad mientras éste apareció como suplente en una fácil victoria 4-0.
Por el contrario, Mbappé se unió a su equipo en París pocos días después y lo hizo como todo un capo. El club desveló un gran póster del joven a la entrada del complejo de entrenamientos felicitándole (al igual que a Presnel Kimpembe y Alphonse Areola) por la victoria de Francia en la Copa del Mundo. Hubo confetti, máquinas de humo y aplausos por montones. Hasta el puesto de estacionamiento reservado para Mbappé fue decorado.
El caso es que Mbappé ganó un Mundial y Neymar no. El galo hizo de Rusia 2018 su torneo, mientras que el brasileño fue eliminado en cuartos de final por parte de Bélgica, convirtiéndose en objeto de burlas por sus caídas durante el evento.
En estos momentos, Mbappé es el nombre en boca de todos. Es la estrella del PSG. Es el que recibirá la mayor cantidad de aplausos por parte de los hinchas a comienzos de temporada. Es el hombre que la gente quiere ver. El PSG cuenta con el jugador con mayor potencial, el talento que despierta más emociones desde que Lionel Messi hiciera el primer equipo del Barcelona hace más de una década. Y ese jugador no es Neymar. Es Mbappé.
El Mundial casi hizo de Mbappé el actual rey del fútbol, a cinco meses de cumplir 20 años. El exdelantero del Mónaco es aún adolescente y a pesar de ello, cuenta con argumentos para decir que ha superado a su compañero de equipo dentro de la jerarquía de los mejores futbolistas del mundo.
Hace un año Mbappé seguía siendo un jugador con potencial, suficiente como para que el PSG pagara €160 millones por él una vez se venciera el préstamo por un año hecho por los monegascos, mientras que Neymar, con los €222 millones que el Barcelona recibió por su venta y una serie de logros personales y trofeos, era el nombre más sonoro y líder natural del club. Doce meses después, los roles se han invertido.
Neymar no pudo llevar al PSG al siguiente nivel durante la temporada pasada. A pesar de algunos momentos brillantes y sumar 19 goles y 13 asistencias en la Ligue 1, su actitud fue decepcionante y su campaña fue cortada tras sufrir una lesión a finales de febrero. Es cierto que el PSG ganó la liga, pero Neymar, incapaz de inspirar a su equipo en el partido de ida de cuartos de final de Champions en el cual perdieron 3-1 ante el Real Madrid, estuvo ausente en la vuelta por su lesión y vio a su oncena estrellarse nuevamente y caer 5-2 en el global.
Sumando a lo anterior todos los rumores de un posible regreso a España, insinuaciones de falta de compromiso y discusiones con compañeros dentro y fuera de la cancha, significa que Neymar tiene muchos motivos para reivindicarse esta temporada.
Por su parte, Mbappé logró mantenerse en mayor medida fuera de las columnas de chismes y secciones de farándula para así mantener su estrella en franco ascenso. Con 13 tantos y 7 asistencias en 28 encuentros de Ligue 1, aprendió mucho sobre sí mismo al igual que las presiones y expectativas que carga sobre sus hombros. Esta campaña fue, para él, una curva de aprendizaje en un nuevo hogar. Sin embargo, la forma en la cual Mbappé hizo explosión en el Mundial celebrado este verano demuestra que el joven está preparado para hacer mucho más.
Entonces, ¿el nuevo estatus de Mbappé cambiará la dinámica en el PSG? Por supuesto. Neymar sigue siendo Neymar, pero deberá compartir protagonismo y algunas responsabilidades dentro de la cancha con Mbappé.
Durante la pasada temporada, los jugadores del PSG mostraban la tendencia de buscar primero a Neymar. En esta campaña, habrá mayor equilibrio entre ambos. El nuevo técnico Thomas Tuchel también confiará mucho en Mbappé, considerando el ímpetu que actualmente tiene el adolescente.
Sin embargo, Mbappé sabe lo mucho que aún puede aprender de Neymar. Es un chico humilde que comprende que aún le falta mucho en cuanto a madurez, determinación y ser un mejor futbolista en general. Por el momento, estará feliz de permitir que Neymar sea líder del equipo, al menos en el papel. No está ansioso de cargar esa corona, aunque ciertamente está listo para asumir el trono.
Aun así, hay una cosa que cambiará en la presente temporada. Tras vestir la camiseta con el número 29, día de nacimiento de su hermano menor Ethan, Mbappé ahora usará el número 7, al igual que su ídolo Cristiano Ronaldo. El 29 no era suficientemente glamoroso como para mostrar la nueva dirección asumida por Mbappé. El 7 le sienta mucho mejor actualmente.
El 10 de Neymar fue el primero en la pizarra en el triunfo 3-0 de la fecha inaugural contra el Caen, pero estén seguros de que, una vez recuperado de su esfuerzo en la gesta mundialista, Mbappé será el que guíe el trayecto hacia adelante para la causa del PSG.