Después de ganar la Copa de la Liga, el Liverpool irá tras los títulos de la Premier League, la Champions League y la FA Cup en un lapso de 84 días.
¿Es difícil? Por supuesto que sí, pero el Liverpool tiene una de las motivaciones más grandes para el tramo final de la temporada 2021-22: hacer lo que absolutamente ningún equipo en la historia del futbol inglés ha hecho.
Campeones de la Copa de la Liga desde hace menos de una semana tras una emocionante tanda de penaltis ante el Chelsea, el equipo de Jürgen Klopp busca ser el primero en conquistar la cuádruple corona. Para que esto suceda, deberá afrontar una maratón de 22 partidos en 84 días, una media de uno cada 3.8 días.
El primer paso hacia la audaz meta fue este sábado, cuando los Reds vencieron 1-0 al West Ham en Anfield, por la jornada 28 de la Premier League.
Un nuevo triunfo hará que el Liverpool siga dependiendo sólo de sí mismo para recuperar el título inglés. Tras estar detrás del Manchester City, el equipo de Klopp aprovechó un momento de inestabilidad en el rival, acumuló victorias y entró en racha de una vez por todas y solo quedan 12 partidos para el final de la competición.
Además de la liga local, los Reds también compiten por el trofeo FA Cup, donde tienen asegurados los cuartos de final y tres partidos de la copa, así como también por la UEFA Champions League, donde siete partidos separan al equipo de la gloria. El pase a cuartos de final va por buen camino tras vencer 2-0 al Inter de Milán en Italia.
Ganar los cuatro títulos es uno de los planes más atrevidos, sobre todo porque ni siquiera los equipos más grandes que vio Inglaterra pudieron, a pesar de estar muy cerca.
En 1998-99, el Manchester United de Alex Ferguson disfrutó de una temporada mágica. Ganó la Premier League por un punto en una feroz batalla con Arsenal, se aseguró el título invicto de la FA Cup tras una final con el Newcastle y se proclamó campeón de Europa al vencer con dos goles al Bayern Munich en tiempo agregado, en uno de los partidos más fantásticos en la historia de la Champions.
Para completar el cuádruple, sólo faltaba levantar la Copa de la Liga inglesa, en la que Ferguson optó por dar descanso a buena parte de su once inicial. El United acabó eliminado en la quinta jornada ante el Tottenham, que más tarde ganaría el título.
Veinte años después, era hora de que el otro equipo de Manchester se acercara mucho a la hazaña. En su tercer año al frente, Pep Guardiola y el City ganaron por segunda vez la Premier League, terminando también la campaña un punto por encima del Liverpool, y ganó las dos copas locales: la FA Cup, superando en la final al Watford, y la de la Liga, en los penaltis contra el Chelsea.
La única copa que se le escapó fue la más codiciada, la Champions League. Como ya había hecho con el United en la 1998-99, el Tottenham fue el villano del cuento de hadas del City al clasificarse tras un global de 4-4 gracias a los goles de visitante. Manchester City también tuvo un gol anulado en los últimos minutos, de Raheem Sterling, por fuera de juego milimétrico de Sergio Agüero.
¿Los "dioses del fútbol" le darán al Liverpool lo que sus rivales estuvieron tan cerca de lograr? Sólo el tiempo lo dirá. Pero pensarlo no le quita ni un segundo de sueño a Jürgen Klopp, quien, disfrazado de pesimismo, dice que su equipo está a un paso de no ganar nada y no ganarlo todo. Cualquiera que vea jugar al equipo, sabe que no es cierto...