Además, los 'Diablos Rojos', no contaron con la ayuda del VAR, mismo que les sirvió para conseguir su primera victoria de la temporada.
La era Ange Postecoglou comenzó con victoria en el norte de Londres. El nuevo Tottenham Hotspur, remozado con un fútbol más ofensivo y directo, se impuso al Manchester United con un gol de Pape Sarr y otro de Lisandro Martínez en propia puerta y manda un aviso: no son peores porque se haya ido Harry Kane.
Después de dejar dudas en la jornada inicial contra el Brentford (2-2), el cuadro londinense consiguió una convincente victoria por la mínima, pero en la que pudieron caer muchos más goles, ante un United que volvió a adolecer de creatividad, como ya les pasó contra el Wolverhampton Wanderers.
Esta vez, los 'Diablos Rojos', además, no contaron con la ayuda del VAR. Si bien el pasado lunes les sirvió para que no viera un penalti de André Onana, esta vez les birló un posible penalti por mano de Cristian Romero cuando el encuentro iba 0-0.
El disparo de Alejandro Garnacho desde la frontal fue interceptado por la mano del argentino, pero ni el árbitro ni el VAR consideraron que hubiera penalti. A partir de ahí creció el Tottenham, que antes del descanso tuvo una jugada rocambolesca en la que primero Pedro Porro sacó un latigazo al larguero y en la continuación un centro de Sarr rebotó en Shaw y se fue contra el palo.
Postecoglou se lamentó de la ocasión fallida, casi al mismo nivel de claridad que un remate de cabeza de Fernandes completamente solo que dirigió a la grada, pero lo mejor para el técnico australiano aún estaba por llegar.
Cuatro minutos tras el descanso, Dejan Kulusevski encaró en línea de fondo y sacó un pase atrás que no logró despejar Lisandro Martínez. La pelota, sin que nadie se deshiciera de ella, llegó hasta el segundo palo, donde Sarr, libre de marca de los centrocampistas del United, que no siguieron la jugada, la empaló.
Con el 1-0 ya establecido, el United reaccionó inmediatamente y Antony, en un gran disparo con rosca, se topó con el palo, pero ahí se frenó el revolcón del United, que estuvo a merced de los 'Spurs', que tuvieron incontables ocasiones para sentenciar hasta que en el 83, Lisandro Martínez desvió un disparo de Ben Davies hacia su propia portería y convirtió el 2-0.
Tras la salida de Kane rumbo al Bayern de Múnich, pocos podían confiar en un Tottenham que se rearmara y, aunque siguen si un 'nueve' de confianza, ya que Richarlison sigue sin marcar, se están convirtiendo, gracias en parte a la calidad de James Maddison, en un grupo disfrutable y entretenido.
Con cuatro puntos, los londinenses están en puestos de Champions League, mientras que el United es décimo, con tres puntos y un gol en dos partidos.