Manchester United consiguió un triunfo vital este martes de Boxing Day en la Premier League ante Aston Villa, logrando remontar un 0-2 con el que se fue al descanso para terminar imponiéndose por 3-2.
El equipo de Ten-Hag, que se fue silbado al entretiempo, había sufrido dos goles insólitos con dos centros que terminaron generándole peligro en el área chica a un André Onana inseguro. El primero fue John McGinn a los 21', cuando la indecisión del arquero terminó metiendo al arco un centro pasado. Y cinco minutos después, la pasividad defensiva de los Red Devils terminó con Leander Dendoncker conectando la segunda jugada de un córner con un taco en el área chica que levantó temperatura en Old Trafford.
Pero el segundo tiempo tendría otra tónica. con un Alejandro Garnacho de una noche soñada. El argentino primero descontó apenas comenzado el complemento después de dejar por el camino a Emiliano Martínez, pero el VAR le ahogó el grito por un fuera de juego milimétrico. Sin embargo, minutos después fue el propio Garnacho quien apareció para conectar un centro rastrero de Marcus Rashford y, ahora sí, gritar el 1-2. Y algunas jugadas después, capturó una pelota boyando en el área y batió a Dibu, sellando el empate.
El responsable de inclinar la balanza, sin embargo, sería Rasmus Højlund con un zurdazo después de un rebote de un córner, sellando un importante triunfo de un United necesitado y que no conocía la victoria desde el 6 de diciembre pasado. No fue hace tanto, claro, pero entre ese triunfo ante el Chelsea por 2-1 pasaron varias tragedias: la primera, la eliminación de UEFA Champions League y de Europa League a manos del Bayern Munich; pero también goleada en contra ante el Bournemouth (0-3), un empate sin goles ante el Liverpool y una derrota ante el West Ham (0-2), que pusieron en crisis al equipo.