Con Alexis Mac Allister y Luis Díaz desde el arranque, y con Darwin Nuñez ingresando en la segunda mitad, Liverpool no pudo pasar del empate 2-2 ante West Ham en Londres en la fecha 35 de la Premier League.
El resultado, que lo aleja casi definitivamente de la lucha por el título, se suma a la derrota del miércoles en el clásico de Merseyside ante Everton, hecho que cierra una semana negra para los Reds.
Sin acierto y una defensa demasiado endeble, el equipo de Jürgen Klopp no parece en disposición de ofrecer a su técnico una despedida acorde con la etapa protagonizada por el entrenador que devolvió a los Reds a lo más alto.
En el estadio de Londres, el Liverpool alcanzó el descanso con un 76 por ciento de posesión, 11 disparos -uno de ellos al palo de Luis Díaz- un penal no señalado por un milimétrico fuera de juego del propio atacante colombiano y un nuevo marcador adverso.
Con Mo Salah y Darwin Núñez en el banco, con Luis Díaz como única amenaza, no encontró la forma el equipo de Klopp de rentabilizar su fútbol. Tras la derrota a mediados de semana ante el Everton, se presentó en Londres como un conjunto descreído, con más voluntad que convencimiento, y completó otra frustrante primera mitad.
Cada uno de los escasos ataques del West Ham le hizo temblar, con Jarrod Bowen como protagonista. El delantero, que regresó al equipo titular recuperado de sus problemas de espalda, creó peligro cada vez que tuvo la pelota y marcó de cabeza en el minuto 43 para entrar en la historia de los 'hammers'; igualando el tope de 16 goles en Liga de Paolo di Canio (1999-2000), convirtiéndose en el primer jugador desde el mítico Geoff Hurts que anota ante los Reds en tres partidos de la misma temporada.
Con más energía y, sobre todo, mejor suerte, recompuso la figura el Liverpool tras el descanso, favorecido por la actitud de los de David Moyes, que no tuvieron más plan que replegarse sobre su área. Igualó Andy Robertson al comienzo del segundo tiempo, m.48, y entre el holandés Gakpo -que disparó-, y los 'hammers' Ogbonna -al que le dio el balón-, Soucek -que no supo despejar sobre la línea- y el arquero Areola -que lo introdujo en el arco- propiciaron la remontada en el 65.
Sin embargo, ni con el viento a favor es capaz de cerrar los partidos este Liverpool que se desangra en defensa y que permitió un nuevo gol de cabeza de Mijail Antonio, doce minutos después.
Klopp dio entrada entonces a Salah, con quien discutió en la banda previamente, y Darwin Núñez, pero salvo un disparo de Elliot al travesaño en el 89, los Reds no encontraron la forma de deshacer un empate que los aleja de forma casi irremediable del título. Que deja al técnico alemán sin un trofeo con el que coronar su estancia en el club que abandonará al final de temporada.