Apenas unos días después de ganar su primer partido en Champions League en más de cuarenta años, el Aston Villa de Dibu Martínez volvió a la Premier League para llevarse una agónica victoria contra el Wolverhampton Wanderes por 3-1.
Le costó a los Villanos ante un rival que tampoco había tenido mucho descanso, puesto que los Lobos cayeron eliminados entre semana de la Copa de la Liga, y tuvieron que remontar un gol en contra para dejar los tres puntos en Birmingham.
El Wolves se adelantó en la primera parte tras un error grosero de Diego Carlos en la salida de balón. El brasileño regaló la pelota al intentar dárselo a Amadou Onana, Matheus Cunha estuvo más rápido, se anticipó al centrocampista y sacó un latigazo desde la frontal que se coló junto al palo derecho.
El golazo tuvo al Villa por debajo en el marcador hasta el minuto 73, cuando comenzó la remontada. Ollie Watkins marcó el 1-1 en un tiro dentro del área que tocó en un defensa y superó por alto al portero y Ezri Konsa puso el 2-1 en el minuto 88 cuando reventó la pelota en el segundo palo en un centro lateral, ya con todo el Villa buscando el tanto de la victoria.
En el tiempo de descuento, Jhon Durán hizo el 3-1, lo que le confirma como el delantero más prolífico en este inicio de temporada en cuanto a la relación de minutos jugados-goles.
El colombiano lleva cuatro goles en seis partidos, habiendo jugado solo 160 minutos. Es la cuarta vez esta temporada que ha salido desde el banco y ha marcado gol.
La victoria pone al Villa a la altura de Manchester City y Liverpool, con doce puntos, pero un partido menos que los de Pep Guardiola, que se medirán este domingo al Arsenal.
El Wolves es colista, con un punto tras quince jornadas.