MANCHESTER, Inglaterra -- El martes por la noche, durante 75 minutos, Manchester City se impuso con autoridad sobre Feyenoord y se disponía a viajar a Liverpool el domingo con una inyección de confianza muy necesaria tras una racha de cinco derrotas consecutivas. Sin embargo, para cuando Pep Guardiola salió por el túnel al final del encuentro, había visto cómo el conjunto neerlandés exponía horriblemente la vulnerabilidad que está infectando a su equipo, y un partido que debería haber terminado en una victoria local por 3-0 finalizó en un empate 3-3.
No fue la sexta derrota consecutiva, pero se sintió como tal.
Feyenoord convirtió tres veces en los últimos 15 minutos en el Etihad Stadium y dejó al City con trabajo por hacer para meterse entre los ocho primeros de la fase de grupos de la UEFA Champions League. Más inmediatamente, Guardiola tendrá que ir a Anfield este fin de semana para jugar contra los líderes de la Premier League con un grupo de jugadores que parecen estar crónicamente faltos de confianza. Ya son seis los partidos sin ganar y siete los goles permitidos en un lapso de cuatro días.
El final del partido fue tan impactante que dejó a Guardiola sin palabras.
"No hace falta decirles nada [a los jugadores], lo saben perfectamente", dijo Guardiola. "Es lo que es. Es difícil de digerir ahora".
"Regalamos el primero en particular y después no fuimos lo suficientemente estables. El partido fue bueno, jugamos bien, marcamos tres y podríamos haber anotado más. Somos un equipo que ha cedido pocos, pocos goles en estos ocho o nueve años. No sabemos cerrar los partidos. Ahora descansamos uno o dos días y nos preparamos para Anfield", agregò Pep.
Durante gran parte del primer tiempo, City jugó como un equipo que intenta reencontrarse consigo mismo. La arrogancia que lo impulsó a ganar los últimos cuatro títulos de la Premier League se ha esfumado durante su peor racha desde 2006.
Sin embargo, por un momento, pareció que Erling Haaland taparía las grietas. Gran parte del primer tiempo resultó torpe e inconexo, hasta que el delantero noruego convirtió un penal en el minuto 44.
Esto pareció desmoralizar a Feyenoord, que luego permitió dos goles más en ocho minutos tras el descanso. Una volea desviada de Ilkay Gündoğan supuso el 2-0, antes de que Matheus Nunes se escapara por la derecha y metiera un centro para que Haaland marcara su segundo gol de la noche. Haaland ya suma 51 intervenciones (goles y asistencias) en la Champions, cifra que ha alcanzado en 44 partidos, menos que cualquier otro jugador en la historia de la competición.
Lo bueno de contar con un goleador tan prolífico es que puede tapar muchos problemas.
Guardiola pensó que había hecho lo suficiente para ganar el partido, y con el ojo puesto en Liverpool, aprovechó la oportunidad para cambiar a Nathan Aké, Phil Foden y Gündoğan con más de 20 minutos de juego por delante. Dejó a Nunes y James McAtee en el centro del mediocampo, y un Feyenoord que no parecía tener ideas ofensivas de pronto se envalentonó.
Anis Hadj Moussa marcó lo que pareció un gol de consolación, antes de que el suplente Santiago Giménez -quien regresaba de una lesión- marcara el segundo a ocho minutos del final.
Tras la derrota por 4-0 ante Tottenham el sábado, Guardiola tachó a su equipo de "frágil". Y eso fue exactamente lo que pareció durante un desenlace caótico.
Igor Paixão buscó una pelota larga por arriba, Ederson salió volando para despejar el peligro, pero quedó tirado en la cancha. Sólo Rico Lewis protegía el arco cuando Paixão pateó un centro para que Dávid Hancko rematara de cabeza y desatara el delirio entre los aficionados de Feyenoord.
"Si eres de Feyenoord, fue una noche increíble", dijo el entrenador Brian Priske. Y agregó: "Fue un partido extraño. Fue un resultado increíble. Para mí, sigue siendo el mejor equipo del mundo. Uno siempre tiene fe, pero sabíamos que iba a ser un partido difícil. No solemos celebrar los empates, pero éste es un poco especial".
Los hinchas visitantes de Feyenoord se pasaron los últimos minutos coreando el nombre del exentrenador Arne Slot -ahora al frente de Liverpool- y cantando "Nunca caminarás solo".
Slot tiene que lidiar con el pequeño asunto de Real Madrid el miércoles antes de enfrentarse a City este fin de semana, pero cuando llegue el momento de ver los últimos 15 minutos del partido contra Feyenoord, el neerlandés se estará relamiendo. Liverpool ha marcado dos goles o más en cada uno de sus últimos seis partidos. City, por su parte, ha permitido al menos dos en cada uno de sus últimos seis encuentros.
Guardiola dijo el sábado que el City estará fuera de la carrera por el título antes de Navidad si pierde en Anfield y permite que aumente la diferencia de 11 puntos. Su tarea ahora será tratar de levantar a sus jugadores para asegurarse de que eso no ocurra.
"Tenemos que [ganar], tenemos que hacerlo", dijo Guardiola sobre el partido del domingo contra Liverpool. "Ese es mi trabajo. Hoy no perdimos. Todo el mundo conoce la situación. No tengo que agregar absolutamente nada. Vamos a entrenar [el miércoles], recuperarnos y preparar el próximo partido. Día libre y tenemos dos o tres días para prepararnos e intentarlo".
Aunque aún es pronto, pareciera que su temporada está al filo de la navaja.