El portero del Leeds United, Kiko Casilla, vive uno de los momentos más complejos de su carrera, pues el pasado 2 de marzo fue suspendido ocho partidos por insultos racistas hacia Jonathan Leko, jugador del Charlton.
Sin embargo, el exguardameta del Real Madrid se defiende por primera vez y rechaza que haya tenido algún comportamiento racista como se le acusa.
"Me han sancionado por intuición y sin ninguna prueba. Es un tema muy complicado pero si hablo más puede utilizarse en mi contra... Dicen que dije una palabra que ni sabía que existía”, expuso en una entrevista con el medio ‘A Diario’.
Pese a que ya se reinició el futbol en Inglaterra, Casilla no podrá volver a la competición con el equipo que dirige el argentino Marcelo Bielsa.
“Si yo hubiese dicho ese insulto racista, lo hubiera reconocido. Habría dicho que se trataba de un calentón del partido, pero no fue así… Estoy de acuerdo con los movimientos antirracistas de Estados Unidos”, añadió Casilla.