Generosidad. La palabra que lo identifica. Edi Cavani, que construyó gran parte de su carrera conviviendo con estrellas mediáticas, jamás puso reparos en ir al sacrificio. El bueno de Cavani debió lidiar con el genio de Zlatan Ibrahimovic, que llegó a contar que no tenía relación con el Matador. Posteriormente llegó Neymar al vestuario y pretendió sacarle los penales. Y ahora en Manchester United le tuvo que ceder su camiseta a Cristiano Ronaldo.
Por si fuera poco, en la Selección también fue al sacrificio. Edi inició su camino con la Celeste jugando con Diego Forlán y Luis Suárez. El técnico Oscar Tabárez entendió que debían jugar los tres pero con una condición: uno de ellos debía dar una mano para tapar espacios en zona central. Por características y condiciones físicas el elegido fue Cavani.
El Matador, que era goleador e ídolo en Napoli, lejos de molestarse, asumió su nuevo rol con compromiso. Fue entonces que comenzó a jugar para Luis Suárez.
Cavani fue figura en Napoli pero después de tres años con la celeste napolitana, emigró a Francia para fichar por París Saint Germain. Allí se encontró con el mediático Zlatan Ibrahimovic.
Y pasó a convivir con el genio del sueco, un delantero de fuerte personalidad. Ambos compartieron el ataque del club germano entre 2013 y 2016. Se aburrieron de hacer goles, pero, pasado el tiempo, se conoció que Ibra no se llevaba con el Matador.
“Si eras cercano a Cavani, a Ibra no le gustaba. O estabas con Ibra o contra él. Me contó que todo estaba bien con Laurent Blanc en el PSG. La única persona con la que no se llevaba bien era con Cavani. Me dijo que solo había odiado a tres o cuatro compañeros en su carrera... y uno de ellos era Cavani”, expresó el exdefensa Michael Ciani en una entrevista con RMC Sport.
Ibra se marchó y el 3 de agosto de 2017 se confirmó la llegada de Neymar a Paris Saint Germain. La apuesta era grande: ganar la Champions con una ofensiva integrada por Mbappé, Cavani y Neymar.
Pero en uno de los primeros partidos de la Liga francesa se produjo un choque entre el goleador uruguayo y la estrella brasileña. Edi, que a fuerza de goles se había ganado un lugar importante en el vestuario, era el encargado de cobrar las acciones de pelota quieta.
En un partido con Lyon, tiro libre a favor de PSG. Cavani tomó la pelota como siempre y Neymar se arrimó para rematar él. Se generó un intercambio en el que intervino el defensa Dani Alves que le sacó la pelota de las manos a Edi y se la dio a su compatriota.
Y por si fuera poco, después llegó la acción del penal, donde otra vez Neymar pretendió apoderarse del balón. Cavani, responsable de ejecutar los penales, se negó.
La prensa se hizo eco de lo sucedido y fue el inicio de una disputa en la cual intervino el técnico Unai Emery que expresó: “Si no pueden llegar a un acuerdo, yo decidiré por ellos”.
Cavani comenzó a perder posibilidades en el equipo parisino que decidió liberar al goleador uruguayo que terminó emigrando a Inglaterra para enrolarse en Manchester United.
El club estaba inmerso en un proceso de recambio y cuando Cavani comenzaba a ganarse un lugar en la consideración de los hinchas, explotó la bomba: el regreso de Cristiano Ronaldo.
Y otra vez el bueno de Cavani tuvo que ceder. Esta vez “presionado” por el poder marketinero del portugués que, todo lo que toca, lo convierte en oro.
¿Qué pasó? Cavani era el dueño de la camiseta número 7, la que identifica justamente a Cristiano. Hasta la Premier movió fichas para que Edi cediera su número, cosa que hizo en un nuevo gesto de grandeza que destacó hasta el propio delantero portugués.
Lo cierto es que el campeonato se inició y Cavani ni siquiera fue convocado por el entrenador Ole Gunnar Solskjaer. Primero fue un tema físico y ahora una pequeña molestia surgida en un entrenamiento que le impide jugar. Mientras tanto, Cristiano hace de las suyas y arrancó a puro gol opacando la figura del bueno de Cavani.