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Pep Guardiola enfureció con afición del City, pero realmente está enojado con sus variantes ofensivas

El entrenador de los Citizens no está tranquilo con su equipo a punto de entrar en un tramo de partidos importantes para la temporada

Manchester City no parece tener muchos problemas, pero su entrenador, Pep Guardiola, tiene la expresión de un hombre a quien el mundo se le está viniendo encima. El campeón reinante de la Premier League arrancó la campaña con 17 goles en seis partidos entre todas las competiciones y está a tres puntos de sus rivales por el título --Chelsea, Liverpool y Manchester United-- cuando la carrera apenas ha comenzado.

Una victoria por 6-3 sobre RB Leipzig en la Liga de Campeones la semana pasada puso al City al frente del Grupo A tras el sorprendente empate de Paris Saint-Germain ante Club Brujas (1-1). Si el City logra ganar en el Parque de los Príncipes la semana que viene, cinco meses después de su victoria por 2-1 en París en la ida de la semifinal, tendrá un pie en la fase de eliminación antes de que las hojas del otoño hayan empezado a caer.

Pero Guardiola no está tranquilo con la situación de su equipo en este momento y quizás sea por el triplete de partidos claves que deben sortear durante los próximos 13 días. Las consecuencias de la incapacidad de City de fichar a Harry Kane o a Cristiano Ronaldo para reemplazar a Sergio Agüero como eje del ataque podrían estar a punto de llegar.

Después del partido local ante Wycombe de la League One por la tercera ronda de la Carabao Cup el martes (en VIVO para Estados Unidos por ESPN+ y en Sudamérica por Star+ a partir de las 14:30 ET), que debería ser una formalidad, City tendrá una seguidilla de tres partidos visitantes que podrían marcar su temporada.

A la visita del sábado a Chelsea por la Premier League le sigue el cruce ante PSG tres días más tarde. Y luego viene una visita a Liverpool el 3 de octubre para la renovación de la rivalidad con el afilado equipo de Jürgen Klopp en Anfield.

City está más que capacitado para ganar esos tres partidos y desterrar la negatividad que ha empezado a aparecer desde que Guardiola encendió la mecha al destacar la necesidad de que más hinchas salgan a apoyar a su equipo después de haber jugado ante un público de 38,062 personas ante Leipzig. El empate local sin goles con Southampton el sábado fue presenciado por 52,698 fans, pero el resultado final, luego de que el City registrara un solo remate al arco, no hizo más que aumentar la frustración de Guardiola.

"Cuando el partido no es bueno siempre me siento mal", dijo Guardiola después del encuentro. "[Los aficionados] vienen a ver un espectáculo, a ver un partido. Cuando eso no ocurre, me siento un poco culpable porque no jugamos bien".

Públicamente, Guardiola ha insistido que no haber logrado incorporar a Kane y a Cristiano no afectó la capacidad de su equipo de marcar goles y ganar partidos, pero la mayoría de los entrenadores de fútbol son inteligentes a la hora de elegir sus batallas, y el ex entrenador de Barcelona y Bayern Munich no es tan ingenuo como para criticar a los propietarios de City por no haber entregado el centro delantero que su equipo claramente necesita.

José Mourinho es una rareza en ese aspecto. Regularmente se ha quejado del reclutamiento en clubes anteriores y por lo general la historia ha terminado con su partida poco tiempo después. Otros, como Klopp o Sir Alex Ferguson durante su período en United, direccionaron su enojo hacia los árbitros o los rivales, sabiendo que apuntar a los propietarios o los jugadores por lo general es la receta perfecta para conseguir mayores problemas.

Al criticar a la base de fanáticos de City, Guardiola usó un recurso para expresar sus frustraciones y quizá sus miedos con respecto a lo que se viene. Su equipo enfrentará una dura prueba con respecto a sus credenciales durante las próximas dos semanas, y lo cierto es que no está listo.

City trepó desde mitad de tabla la temporada pasada para ganar el título, al final encabezando la misma con un margen de 12 puntos, pero en esta oportunidad la competencia está mucho más fuerte, y Guardiola sabe que su equipo no puede permitir que Chelsea, Liverpool y United se acerquen. Una derrota en Stamford Bridge el fin de semana dejaría al City seis puntos detrás del equipo de Thomas Tuchel e intensificaría su presión de cara a un viaje a Anfield, pero Guardiola no tiene soluciones evidentes para su problema en la posición de centro delantero.

Raheem Sterling, quien abrió como un falso N° 9 contra Southampton, sólo ha marcados dos goles en sus últimas 22 apariciones en todas las competencias, mientras que Kevin De Bruyne todavía no ha anotado en esta temporada mientras posiblemente regrese a la acción tras sufrir problemas con una lesión en el tobillo. Gabriel Jesus, el único goleador reconocido en la plantilla, ha marcado apenas dos veces en seis apariciones esta temporada – lo mismo que Ferran Torres, aunque Torres ha sido más favorecido en el rol de N° 9.

Cristiano Ronaldo, mientras tanto, ha mostrado el verdadero valor de un goleador al convertir tres en dos partidos de liga con United, desde que rechazó al City para regresar a Old Trafford desde la Juventus el mes pasado. y en Chelsea, los tres goles de Romelu Lukaku en cuatro partidos son una gran razón por la que el club está en la cima de la Premier League en este momento. En cuanto a Liverpool, Mohamed Salah continúa demostrando la razón por la que se podría decir que es el francotirador más confiable y consistente de la liga con cuatro en cinco partidos hasta el momento.

City no cuenta con Cristiano, Lukaku o Salah. Tienen amenaza en el ataque, por supuesto, pero los tres principales equipos necesitan un jugador que marque al menos 20 goles de liga en una temporada, y Guardiola sabe que no tiene uno de esos. Sin embargo, en vez de quejarse de eso en público, ha preferido agarrárselas con los seguidores del club.

El tiempo dirá si el humor de Guardiola termina cambiando, pero puedes apostar que los resultados de City en los próximos tres partidos jugarán un rol importante para definir su actitud.