Alexandre Pato recordó su pasado en la Serie A y la paciencia que tuvo antes de su debut, donde lo arroparon sus compatriotas.
Alexandre Pato necesitó mucha paciencia antes de debutar con el Milan, quien jugó el Derby della Madonnina contra el Inter de Milán este sábado en la jornada 4 de la Serie A de Italia, mismo que pudiste seguir en vivo por ESPN en Star+.
Campeón del mundo con el Internacional en 2006, el delantero fue fichado a mediados del año siguiente por el club rossoneri, que acababa de conquistar la Champions League. Como en ese momento solo tenía 17 años, el brasileño estuvo seis meses solo entrenando hasta que entró al campo.
“Todavía recuerdo que durante cuatro días cerraron las inscripciones y yo tenía 17 años y no podían aplicar. La lista se cerró y no pude ir al Mundial de Clubes con Aubameyang que jugaba en el Milan B. Entrenamos y pensamos: 'Yo estoy aquí y ellos están allá'. Pude haber sido campeón mundial. Y me costó debutar", le dijo a ESPN Brasil.
Pato vio desde fuera de la cancha cómo el Milán venció a Boca Juniors antes de saltar finalmente al campo el 13 de enero de 2008. El delantero debutó en San Siro ante el Napoli en la goleada por 5-2 de la jornada 18 del torneo Italiano.
“En enero estaba preparado después de tanto tiempo. El primer partido fue increíble. Estaba en el mejor equipo del mundo con los mejores del mundo. El mejor del mundo era Kaká, y Ronaldo era mi compañero de ataque. Seedorf era el centrocampista y Emerson, capitán de la selección, Gattuso, Cafu, Pirlo, Maldini, Nesta, Dida en la portería”.
Los brasileños intentaron por todos los medios ayudar al debutante a tener un debut de gala.
“Recuerdo que Ronaldo me dio unas tres asistencias en el partido y no pude anotar. Pateó un balón y se fue arriba y pensé que lo iba a poder completar para el gol, pero no pude. El juego fue tan lindo. Y Favalli dio un tiro hacia adelante y lo veo venir y logro adelantarme a la defensa y controlar el balón. Me pasó algo que no sé dónde pensé porque el arquero saltó. A veces el portero esperaba que la metiéramos por arriba. Pero yo la metí por debajo”.
“Cuando entró el balón, el estadio se derrumbó y comenzó a gritar. Todos los jugadores vinieron a abrazarme y comencé a llorar. No sabía lo que estaba pasando, no sabía que mi paso por el Milán sería tan hermoso. Vi a mis padres llorar entre los aficionados. Fue muy bonito y la postemporada también fue increíble. Era joven, esperé tanto y jugué tan poco en el futbol profesional. Y para el mejor equipo del mundo, marcar un gol. en mi debut, fue increíble".
En ese partido, Pato no fue el único brasileño en dejar su huella: Ronaldo marcó dos goles y Kaká también marcó.