Napoli es campeón de la Serie A. Por fin.
Igualó este jueves 1-1 con Udinese y consiguió el punto que necesitaba para sellar el título. Lleno de nervios. Lejos del nivel que mostró a lo largo de los últimos meses. Pero eso poco les importó a sus jugadores y sus hinchas.
Porque ese empate 1-1 permitió terminar con la agonía de las últimas fechas y desatar el festejo.
Un golazo de Sandi Lovric en el primer tiempo amenazó con extender la incertidumbre. Pero en la segunda parte apareció el nigeriano Victor Osimhen, quién si no, para desanudar eso que poco a poco había ido pasando en las últimas semanas de expectativa a nerviosismo.
El entrenador Luciano Spalletti mandó a sus hombres a buscar el triunfo desde el primer minuto. Y ellos obedecieron e, incluso, generaron un par de ocasiones en los minutos iniciales.
Pero Napoli, que no tiene un plantel muy extenso, llegó a este final de temporada cansado. Y por eso su rigor ofensivo duró poco.
Udinese enseguida emparejó el trámite y se lanzó al ataque.
Tuvo premio rápido con el ya golazo de Lovric.
Otra vez el desasosiego.
De nuevo esa extraña sensación en el estómago de los hinchas de Napoli.
Pero llegaría Osimhen para convertirse en héroe.
Napoli, el equipo de Diego Maradona.
Napoli, el de la hinchada más apasionada.
Napoli, el nuevo campeón.