Sólo han pasado cuatro partidos de la Serie A para el AC Milan y la temporada ya está muy cuesta arriba. El equipo de Rino Gattuso sólo ha sido capaz de sacar una victoria en este mes largo de campeonato que llevamos, dejando escapar - quizás lo más preocupante - puntos clave en los últimos minutos de los partidos.
La gran inversión hecha este verano por los nuevos dueños del club no está rindiendo al nivel que se podría esperar, dejando al equipo en una complicada situación nada más arrancar la liga.
La Juventus, como de costumbre, no ha sacado el pie del acelerador y cuentas sus partidos por victorias, mientras que sólo el Napoli es capaz de seguirle el ritmo, aunque los de Carlo Ancelotti hayan perdido ya un encuentro.
La situación por lo tanto se presenta angustiosa para un AC Milan que se las prometía mucho más felices a estas alturas del campeonato. Sus fichajes de momento no están rindiendo al nivel esperado, ya que solo Gonzalo Higuaín parece estar respondiendo a las expectativas, habiendo marcado dos goles en los primeros cuatro partidos del campeonato.
De los demás por ahora no se espera más que promesas. El español Samu Castillejo no ha aportado más que su típica pirotecnia, pero tan poco empuje que no ha logrado hacerse con el puesto de titular en el equipo, a pesar de los problemas que están teniendo en ataque. Del resto de fichajes, como Bakayoko, Caldara o el uruguayo Diego Laxalt, sólo hemos visto actuaciones con cuentagotas.
Pero lo que más preocupa es la retaguardia. Con la salida de Leonardo Bonucci el equipo apostó por darle las llaves de la defensa al italiano Romagnoli y al argentino Mussachio, pero la dupla no está mostrando la consistencia necesaria. Si a esto le sumamos además el bajo nivel de un Gianluigi Donnarumma que ha pasado de ser considerado el mejor prospecto de Europa a un portero de los que suele cometer errores imperdonables, nos encontramos con un cóctel explosivo que tiene al equipo ya en la parte baja de la tabla.
Contra el Atalanta el pasado fin de semana, los neroazzurri vieron que la victoria volaba en el minuto 92 de partido, sumando así otro insípido empate. Ya contra el Napoli, en su primer partido de liga (el de su debut contra el Genoa fue suspendido por el trágico derrumbamiento del puente en la capital genovesa), los de Gatusso perdieron un partido recibiendo el gol de la derrota en el minuto 80, cuando el equipo había logrado ponerse 0-2 en San Paolo, para acabar hincando la rodilla 3-2.
No es, por lo tanto, un buen arranque para el equipo milanista y su entrenador debe tomar cartas en el asunto de manera inmediata. De lo contrario, quizás pronto no será él quien tenga que tomar dichas decisiones.