El verano pasa y la salida de Mauro Icardi del Inter de Milán cada vez se ve más cerca. Aunque el argentino y su mediática agente y esposa, Wanda Nara, han asegurado por activa y por pasiva que el delantero no piensa moverse del que considera el club de su vida, lo cierto es que tanto el Inter como su nuevo técnico, Antonio Conte, prefieren que los caminos de la entidad y del argentino se separen.
Según varios medios italianos, esa fue una de las condiciones que impuso al club el extécnico de Juventus y Chelsea a su llegada a Milán. Él se hacía cargo del proyecto, pero no quería ver a Icardi ni en pintura.
Tras todos los problemas que el argentino y su esposa le crearon a Spalletti el año pasado, Conte decidió que prefería no contar con los goles del argentino (algo que nadie puede rebatir es su alta producción frente al marco contrario), antes que exponerse a nuevos episodios de indisciplina del delantero y --peor aún-- a las críticas constantes de su mujer, asidua a los platós de tertulias deportivas en la televisión italiana cada fin de semana.
Ahora, es el reputado The Guardian inglés el que asegura que el club milanés está esperando dar salida a Icardi para acometer el fichaje del delantero que Conte quiere que sea el líder de su nuevo proyecto: Romelu Lukaku.
Según esta información, el técnico transalpino es un enamorado del juego del belga, que cumple a la perfección con el rol de delantero rompedor que siempre ha querido tener en sus equipos. Fernando Llorente en la Juventus o Diego Costa y Álvaro Morata en el Chelsea cumplieron con esa función, y según parece Conte ya intentó en su paso por Londres realizar el fichaje del delantero del Manchester United.
En Manchester no están totalmente atados a la continuidad del delantero de 26 años, por el cual pagaron casi 90 millones de euros a petición expresa de José Mourinho, que lo había tenido bajo su tutela en el Chelsea y le dejó marchar al Everton por apenas 35 millones.
Tras su explosión en el equipo de Liverpool, su llegada al United fue vista como la del futuro delantero en convertirse en leyenda del equipo, pero tras una buena primera temporada en la que anotó 27 goles, el año pasado dejó mucho que desear, perdió su puesto de delantero titular, tanto con Mourinho como con Solskjaer y sólo pudo marcar 15 goles.
Sin embargo, ese pobre bagaje parece que no ha sido suficiente para desanimar a Antonio Conte, que sigue viendo en él el delantero idóneo para su nuevo proyecto en Milán.
Por eso ahora todo queda a expensas de Mauro Icardi.
El argentino no quiere salir del equipo milanés, y su cartel en Europa ha bajado considerablemente con todos los problemas que tuvo la temporada pasada, los cuales le llevaron incluso a estar apartado de la disciplina del equipo durante un mes.
Sólo la Juventus parece interesada en poder hacerse con sus servicios, seguramente empujada por la paupérrima producción de Gonzalo Higuaín en sus cesiones a AC Milan y Chelsea, y de Paulo Dybala en Turín, durante el curso anterior. Además, el impacto de fichar al capitán del eterno rival es algo que siempre se valora mucho en este tipo de situaciones.
Ahora está por ver si la presión atmosférica del club puede hacer que Mauro Icardi decida buscar una salida de la que ha sido su casa durante los últimos seis años. Sin duda sería la mejor opción para todas las partes a esta embarrada situación, aunque lo más seguro es que el argentino quiera esperar a volver de vacaciones para tener un cara a cara con Antonio Conte.