Volvió a marcar Hirving Lozano 466 minutos después (Hirving Lozano puso fin a racha de 446 minutos sin gol) con el Napoli y su gol sirvió para sacar un buen empate para los suyos de San Siro, ante el AC Milan, sobre todo en un momento institucional tan difícil como el que está pasando el equipo partenopei.
Pero el empate ayudó además a hundir un poco más en la tabla al conjunto milanista, que no es capaz de levantar cabeza esta temporada.
Más allá del golazo de Giacomo Bonaventura, los rossoneri deben darle las gracias a Gigio Donnarumma por el punto conseguido ante el Napoli, porque el joven arquero salvó a su equipo de una goleada de escándalo. Hasta cuatro jugadas claras de gol desbarató el cancerbero, que es de lo poco reseñable que está dejando la temporada del AC Milán.
El punto, sin embargo, no sirve de mucho a un conjunto que necesita empezar a sumar de a tres, algo que sólo ha conseguido una vez en los últimos seis partidos. Por más que el club echara a Marco Giampaolo para traer a Stefano Pioli, la realidad dicta que el equipo todavía no carbura y eso son noticias muy preocupantes.
Tras el empate ante el Napoli, los milanistas podrían caer hasta la decimoquinta posición si mañana ganan sus partidos el Sassuolo (que tiene un partido menos) y el Bolonia de Sinisa Mihajlovic. Ese escenario les dejaría a cinco puntos de los puestos de descenso, o a menos, si la Sampdoria gana su partido.
La situación es sumamente trágica para un equipo que gastó 145 millones de euros en fichajes el año pasado y para esta temporada tuvo que autodescalificarse de la Europa League por incumplir el Fair Play Financiero.
Se suponía que esa decisión les permitiría invertir en jugadores de buena calidad para afrontar el nuevo curso con ilusión, pero esas inversiones no llegaron y la plantilla de este año parece bastante peor que la que dirigió Rino Gattuso en la 2018-2019.
El problema que se pueden encontrar Paolo Maldini y Zvonimir Boban, los nuevos regentes del club, es que si los rossoneri no llegan a puestos de competición europea este año, la distancia con el resto de grandes de Europa seguirá extendiéndose de manera preocupante, y pronto será muy difícil que el AC Milan siquiera recuerde su grandeza de tiempos pasados. El club lombardo lleva ocho años sin ganar el Scudetto y tres sin levantar un título, y de momento no parece que las cosas vayan a cambiar a corto plazo.
La dirigencia ya está intentando rearmar al grupo de cara al mercado de invierno. Se habla de las posibles ventas de Franck Kessie y Kristof Piatek, que tras un arranque fulgurante el año pasado, se han convertido en una de las grandes decepciones de la temporada.
De lo que no se habla tanto es de los posibles jugadores que podrían llegar a la entidad milanista. Dada la situación actual no son muchos los futbolistas que deben estar dispuestos a jugársela en un equipo con la presión social del AC Milan y que, aunque parezca mentira, está rondando los puestos de descenso.
La temporada no ha hecho más que empezar y las señales que emite el equipo son alarmantes. Si Pioli y los suyos no son capaces de dar un giro de timón rápido, el campeonato podría terminar de manera catastrófica.