El gobierno de Querétaro pidió que el juego entre Atlas y Gallos sea considerado de alto riesgo; recomendó a los queretanos no asistir
GUADALAJARA -- En marzo pasado, el futbol mexicano escribió una de sus páginas más tristes de la historia. Aquella gresca entre aficionados de Atlas y Gallos Blancos en La Corregidora dejó grandes lecciones, determinaciones y una huella profunda en la afición.
Este jueves, meses después de lo ocurrido en la ciudad de los acueductos, los tapatíos y Querétaro se volvían a ver las caras, pero ahora en el Estadio Jalisco, aún con la memoria fresca lo ocurrido en la casa de los Gallos Blancos.
Las autoridades y el gobierno, desde su trinchera, mandaron mensajes en torno a este nuevo partido con la clara indicación que, por obvias razones, se trataba de un compromiso de alto riesgo.
Gallos Blancos llegó 'camuflajeado' a Guadalajara con un camión sin distintivos del equipo --contrario a lo que siempre suelen hacer-- y bajo un fuerte operativo de seguridad que incluía presencia de la policía en cada uno de los puntos por donde podrían ingresar a la 'Perla de Occidente', dejando en claro que las autoridades no darían el más mínimo a espacio a cualquier brote o intento de violencia.
En cuanto a los aficionados, la tónica tampoco cambiaba e inclusive, con el temor de represalías, en las inmediaciones del Estadio Jalisco tampoco hubo seguidores del cuadro queretano, o al menos nadie que portara la playera del rival.
El Coloso de la Calzada Independencia se pintó totalmente rojinegro, como quizá nunca antes se había visto, porque siempre hay al menos un pequeño sector del cuadro visitante, pero en esta ocasión sólo había afición del Atlas en casa y, los de Querétaro, parecía que se habían "olvidado" que hoy volvía a la actividad su equipo.
De igual manera, desde la carretera de Zapotlanejo y Morelia rumbo a Guadalajara, no existió presencia de grupos de aficionados que hayan transitado rumbo al Estadio Jalisco, por lo que los dispositivos de seguridad ubicados en las autopistas no registraron el ingreso de seguidores del conjunto de Querétaro.
Hoy, tras las determinaciones de la Liga MX después de los violentos incidentes en La Corregidora, los Gallos Blancos siguen jugando a puerta cerrada sus compromisos como locales, pero ahora, en condición de visitantes, los seguidores del cuadro queretano optaron por quedarse en casa y no tentar a la suerte en el Estadio Jalisco contra un rival al que, desde aquel 5 de marzo del 2022, se medirán bajo el sello de "partido de alto riesgo", misma condición que tienen ante Atlético de San Luis en el Clásico de la 57, duelo que, coincidentemente, es el próximo del cuadro de Mauro Gerk en casa el próximo jueves 11 de septiembre.