¿Cuál fue el mejor equipo en 2023? ¿América con un título y el mayor acopio de puntos en dos torneos cortos? ¿O Tigres con un campeonato y un subcampeonato?
LOS ÁNGELES -- ¿Cuál fue el mejor equipo en 2023? ¿América con un título y el mayor acopio de puntos en dos torneos cortos? ¿O Tigres con un campeonato y un subcampeonato? ¿Monterrey? No alcanza a figurar, a pesar de haber sido primero o segundo en las tres últimas competencias. Eso sí, Rayados es el rey del despilfarro: compra caro y compra mal.
Al final, la Liga MX 2023 confirma que sólo hay un modelo de éxito en sus torneos: la cartera, más allá de la apuesta generosa de Pachuca por Fuerzas Básicas, que le dio un título (Apertura 2022), pero lo obliga a torneos lastimosos de hibernación y reconstrucción como este Apertura 2023.
Y al final, la Liga MX 2023 ratifica que en México no hay equipos grandes sólo populacheros. ¿Grande Chivas? Si no hay sabiduría, ni inteligencia ni personalidad en su cabeza y su organización. ¿Grande Pumas? Si su cantera es una parodia de lo que fue cuando se respetó el modelo de Renato Cesarini (Hugo, Negrete, Claudio, Aspe). ¿Grande Cruz Azul? Si desde que falleció Guillermo Álvarez Macías se ha convertido en una cueva de ladrones
¿El resto? Entre pervivir y sobrevivir. El Bicampeón Atlas ha vuelto a ser desmembrado y ridiculizado por Grupo Orlegi. ¿Toluca? Es el reflejo de que no muchas cabezas piensan mejor que una, especialmente cuando esas muchas tienen vicios e intereses que dañan al equipo. El otro Bicampeón, el León, con su monumental ridículo en el Mundial de Clubes, hace parecer que para Grupo Pachuca el éxito es un accidente a veces y a veces un incidente.
¿Y el resto del resto? Eso, marginales, incluyendo al mismísimo Santos, del que se esperaba una proeza de consistencia y continuidad. Pero, Alejandro Irarragorri habrá entendido que el que mucho abarca. Los desechos tóxicos son fácilmente identificables: Necaxa, Querétaro, Xolos, Mazatlán, Puebla, Juárez, y San Luis apenas dos torneos dignos, que tienen todo el rostro del chiripazo.
¿América o Tigres? ¿Cuál fue el mejor equipo del futbol mexicano en 2023? Con un título ambos, sólo queda pendiente una selección subjetiva de hechos muy objetivos: ¿qué vale más, sumar la mayor cantidad de puntos en un año calendario –como América– o un subcampeonato –como Tigres–?
Lo cierto es que ambos criterios ilustran mucho, pero sirven de poco. Porque ambos reflejan la esencia de un equipo competitivo, pero aludir a ambos logros, es aludir al consuelo del perdedor. Porque el subcampeón es, al final, un ornato, una cabellera más, en el cinto del campeón. Y porque tener la mejor cosecha de puntos en el año, sin títulos, es sólo arrojar ácido en la llaga, y si no, basta preguntarle a Monterrey, que fue segundo en la suma de unidades (73) detrás de América (74).
Queda como referencia el modelo común de éxito, que no siempre es garantía. Las inversiones hechas en Tigres y América, deben ser vistas como despilfarros en Chivas y Rayados, gastando cifras temerarias, millones de dólares, para, al final, pudrirse, en la fosa común del fracaso.
Cierto, es imposible encontrar, genuinamente, sangre de su propia sangre y carne de su propia carne en América y Tigres. Las Águilas sólo tuvieron esporádicas apariciones de canteranos (Juárez, Lara y Naveda). De hecho, Tigres jugó con más canteranos de El Nido (Diego Lainez, Sebastián Córdova y Reyes), que propios. Y el mejor exponente del cunero felino, Raymundo Fulgencio, terminó siendo el Judas que abrió la puerta a la coronación americanista.
Habida cuenta que la percepción sobre quién es el mejor entre Tigres y América, terminará en una discusión bizantina entre las aficiones, lo cierto es que confirman ambos clubes que el modelo de consistencia e inversión, está más cerca del éxito continuo, que la apuesta altruista de Pachuca en busca de fortalecer su cantera, aunque después hacer pingües negocios en la venta de jugadores. Cierto, al futbol mexicano y su selección beneficia más lo que hace Tuzos que el resto de los mercaderes.
Por ejemplo, ya ambos clubes, el de Coapa y el de Zuazua, cocinan el próximo torneo, mientras que Rayados aún no tiene claro quien propició el desfalco tremendo de Sergio Canales y Tecatito Corona, además de un técnico como Fernando Ortiz, incapaz de aprender de sus propios errores. Y claro, Chivas entrega las llaves del reino al cuestionadísimo promotor Christian Bragarnik, contratando a Fernando Gago quien terminó repudiado por la hinchada de Racing.
Tigres ya firmó al mejor futbolista del 2023, Juan Brunetta, pagando a Santos casi cuatro veces más de lo que los laguneros pagaron por el argentino. A imaginarse a Fernando Gorriarán, Brunetta y Rafael Carioca juntos.
Y América trata de resolver si negocia a Jonathan Rodríguez y a Richard Sánchez o les renueva el contrato, porque, además, curiosamente, ambos, desde la banca llegaron a marcar los dos goles que fueron el epitafio escandaloso sobre la tumba de los Tigres.
América, pues, ya ajusta detalles para ir en busca de la 15, y Tigres para ir en busca de la novena, que lo colocaría con el mismo número de campeonatos que Cruz Azul, y con el ritmo que lleva, tal vez en poco tiempo podría incluso alcanzar o rebasar a Chivas.
Y recordarles a mis tres lectores, entre sus bostezos: el gran estigma, el gran trauma, la gran frustración, la gran pesadilla de la Familia Azcárraga, desde la época de El Tigre, y es tener su propio Campeonísimo, para que al mencionar este término no se haga alusión sólo a Chivas. Cierto aquel Guadalajara lo consiguió bajo la complejidad de dominar en torneos largos, pero, también todo ocurrió en la época de Jurassic Park.