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'Chepe' Guerrero vive un sueño tras contemplar el retiro por carencias

Imago 7

MÉXICO -- Daniel Guerrero vive “un sueño” en América. El contención de 27 años goza actualmente de la titularidad al ganarle el puesto a Javier Güémez; sin embargo, hace nueve años, el mediocampista pudo dejar el futbol, pues el sueldo que percibía en Atlante no le ayudaba vivir solo en la Ciudad de México y tampoco podía ayudar a su familia económicamente.

Guerrero recuerda que a su llegada a la capital “llegué con tres amigos de y a pesar de que todos vivían todos en la casa club del equipo, esto cambió cuando los sacaron del lugar.

“Corren a todos los de la casa club y me quedo solo. Pensé en dejar el futbol, porque no cobraba mucho y no me alcanzaba ni para comer y me mandaba dinero mi familia cuando ellos tampoco tenían para comer. Fue un tiempo complicado en el que me ganó la presión y les decía que dejaría el futbol e iba a poner a trabajar para ayudarles, porque yo era el que tenía que ayudarles y no ellos a mí”, dijo en entrevista a ESPN Digital.

El ‘Chepe’ hace memoria y expuso lo que vivió en sus primeros dos torneos, en donde a pesar de jugar 124 minutos en el Apertura 2006 y 39 minutos en el Clausura 2007, viajaba en transporte público todos los días para poder entrenar.

Pensé en dejar el futbol, porque no cobraba mucho y no me alcanzaba ni para comer y me mandaba dinero mi familia cuando ellos tampoco tenían para comer.

-- Daniel Guerrero, jugador de América

“Tenía 18 años y ya era un jugador de Primera División. Nos levantábamos temprano para ir a entrenar al CAR (Centro de Alto Rendimiento), teníamos que comer, regresar, descansar, salir a caminar un rato, llegar por la noche y al siguiente día lo mismo. No es privado ni algo que la gente tampoco no se sepa, pero en Atlante no eran los pagos puntuales y al ser chavo te complica y vivíamos al día. Íbamos en metro y camión y era un gasto extra que teníamos que hacer y fue complicado. Viajé un año completo y la gente ni idea de quién era yo, no tenía muchos minutos para que la gente me conociera y no estaba en un club que saliera en las portadas de los periódicos. Fue el momento de presión por ver a mi familia trabajar y fue lo que me pesó”.

Casi una década después, recuerda aquellas palabras que le dijo su padre para que no dejara lo que más le apasionaba. “La madurez no la adquieres, tenía el apoyo de la familia y me dijo mi padre que si él tenía que trabajar más para que yo estuviera tranquilo, lo haría, pero que le echara ganas y tenía que cumplir mi sueño y fue la única vez que pensé en dejar el futbol. Entendí que era lo mío y entendí que era para esto”.

Tras su decisión de mantenerse en el balompié, Daniel tuvo que afrontar otras situaciones que le hicieron madurar. “A los 21 años me involucraba en lo deportivo y fui capitán cuando yo estaba junto a Esteban Solari, Johan Fano, la figura era el ‘Hobbit’ Bermúdez, eso me ayudó mucho a abrir mis horizontes”.

Posteriormente, afrontó a sus 24 años el fallecimiento de su esposa Atenas, por ello menciona que su mayor deseo personal es “la estabilidad, una familia estable que tenga un buen nivel de vida y que mis hijos sean gente de bien”.

Por lo anterior, expone que le motiva ser titular por delante de “un jugadorazo como lo es Javier (Güémez), quien es un profesional y entregado y mientras estuvo como titular el equipo igual estuvo en los primeros lugares. La competencia es interna y las decisiones es del técnico”.

“Me motiva tener trabajo y hago lo que me gusta y así fuera América u otro club estaría con el mismo gusto y disposición, pero no es mentira que disfruto mucho estar en una institución como lo es América. Mi sueño es estar mucho tiempo en América, porque es un sueño estar aquí y ser pieza importante”, además desea ser llamado en un futuro por Juan Carlos Osorio para la Selección de México y “jugar un mundial con mi Selección”.