Desde los tiempos de cenit de Harry Potter y David Copperfield no habíamos presenciado un show de magia de tal magnitud. La hipnosis está aquí para hacer que un gran goleador francés retome el rumbo perdido, o que un perdido (y que ha estado así el 90% de su carrera) busque un rumbo. ¿Novedoso?, ¿recurso desesperado? La hipnosis es más que eso... Y la mente lo es más.
Cuando la mente se entorpece en manglares de traumas y problemáticas a los que todos los seres humanos estamos expuestos (las tonalidades azules de la Noria vienen a mi memoria) es cuando buscamos ese ansiado milagro que ponga en nuestras manos, sin necesidad de mayor esfuerzo, la solución a nuestros problemas. Antes podíamos recurrir a San Juditas y toda su corte celestial, a chamanes de Catemaco, limpias de todo tipo y ahora hipnotistas, esos seres que parecen salidos de alguna novela de magia con todo el poder de la sanación milagrosa, aquellos con el poder de recuperar el olfato goleador, de desviar nuestros problemas actuales y concentrarnos en nuestras tareas cotidianas y volver a un jugador promedio en un jugador mejor.
La verdad es que la hipnosis siempre ha existido, se ha estudiado desde hace muchos años y se ha aplicado en el medio médico y científico con resultados variables. Los hipnotistas no son tampoco nuevos, solo que ahora resurgieron bajo el boom de los reflectores y varios que estaban ocultos en el anonimato salen atraídos por casos difíciles (algunos desesperados).
¿Funciona? ¡Claro que funciona!, pregúntenle a los pumas, panzas verdes y al ave de los alcances de la hipnosis. Aunque hay que esperar si funciona con personajes de la Tierra Media, la mentalidad ganadora de los europeos siempre ha dado mucho de que hablar y el ariete felino solo tuvo una mala racha de unos días... No de varios torneos y equipos.
Alguna vez hace mucho tiempo, el mayor superhéroe de todos los tiempos (y muy mexicano, por lo menos en su autoría intelectual) el gran Kalimán, dijo de manera muy cierta “el que domina la mente lo domina todo”. Cuanta razón tenía el oriundo de Kalimantán, una mentalidad fuerte puede vencerlo todo, hasta las poderosas defensas auriazules, esmeraldas y azulcremas. Pero más que eso, la hipnosis puede ayudar a la mente a retomar esa confianza perdida por varias circunstancias, pero se requiere de una mentalidad fuerte para continuar con el efecto de la misma.
Vamos a ver quiénes más se apuntan, a lo mejor nos encontramos el repunte de alguna vieja gloria o el resurgimiento de Villaluz (¿aún juega, verdad?), o el próximo título de liga de la máquina (John Milton, si lo logras tiran el ángel y te ponen ahí). Vamos a ver qué pasa con esta técnica útil en verdad, aplicada a jugadores que han pasado más penas que glorias.
-Texto del Doctor Antonio González