MÉXICO --Los Pumas de la UNAM viven un nuevo momento de gloria en el Clausura 2018 y tras ganar sus dos primeros partidos del torneo, el contraste es evidente considerando su posición al cierre del certamen anterior. Son al menos cinco factores los que cambiaron la suerte del cuadro auriazul.
CASTILLO, EN PLENITUD
El atacante chileno superó las lesiones que le aquejaron en los últimos meses y demostró que en plenitud física es imparable. Ya son cuatro goles los que acumula en sólo dos partidos y amenaza con seguir marcando en caso de mantener el mismo ritmo de competición.
FACTOR ALUSTIZA
El 'Chavo' llegó a Pumas en medio de la veteranía, pero en sus primeros dos partidos oficiales demostró que es una pieza clave para la ofensiva de David Patiño. Su movilidad e inteligencia le convierten en un asistidor con gran visión y un segundo delantero casi infalible.
PATIÑO Y LA IDENTIDAD
El semestre anterior, Pumas fue dirigido por dos hombres que parecían conectados al equipo, pero estaban lejos de la trayectoria de Patiño, quien fuera canterano y jugador del cuadro universitario en la década de los 80. Los valores de la institución son dominados a plenitud por David, quien transmite ese mismo mensaje a sus jóvenes pupilos.
REGRESA LA GARRA
En la semana previa al partido contra Atlas, Jesús Gallardo dejó en claro que la garra del equipo estaba de vuelta: Las palabras del joven futbolista tuvieron eco en el terreno de juego, con un equipo lanzado al frente y dispuesto a pelear por cada balón desde el ataque hasta la defensa. Justo así cayó el segundo gol frente a los Zorros.
CAMBIOS DE RAÍZ
Pumas entendió que su problemática no era exclusiva de jugadores y entrenadores: el formador argentino Andrés Lillini llegó al equipo como director de fuerzas básicas y también se firmó a Daniel Ipata, preparador físico de importante trayectoria a nivel nacional e internacional.